Si la raíz de su problema es filosófica, no hallará nada en los estantes de la farmacia que le proporcione un alivio duradero.
Lou Marinoff
(algún piloto) ha decidido hacer una excursión por las escapatorias del circuito.
Antonio Lobato
El lenguaje es lo más intrascendente, superficial e inestable, y su encanto se desvanece por completo cuando se advierte la intención en su manejo.
Bertolt Brecht
Que no se puede absolver al que no se arrepiente, ni arrepentirse y querer es posible pues la contradicción no lo consiente.
Dante Alighieri
El futuro no está establecido. No hay destino. Solo existe el que nosotros hacemos.
Edward Furlong
Al saber la vida de los enfermos -porque ellos mismos la cuentan para explicar sus males, dicen qué hicieron, cómo y por qué; es decir, sus secretos más íntimos- uno llega a ocupar el lugar de los confesores, y toda esa información, ese conocimiento del mundo le exige a alguien con sensibilidad...
Elías Nandino
Engrandecerás a tu pueblo no elevando los tejados de sus viviendas, sino las almas de sus habitantes.
Epicteto
La estructura clásica de los platos se rompe: en los entrantes y en los postres hay una verdadera revolución en la que tiene mucho que ver la simbiosis entre el mundo dulce y el mundo salado; en los segundos platos se rompe la jerarquía producto-guarnición-salsa.
Ferran Adrià
Si entro en Laconia, arrasaré Esparta.
Filipo II de Macedonia
No hay cosa que haga más daño a una nación como el que la gente astuta pase por inteligente.
Francis Bacon
Divertido como el amor es el final de las mentiras cuando comienza la verdad.
Freddie Mercury
Lo que yo he elaborado ningún hombre lo ha elaborado antes, ni ninguno elaborará después de mí, con una responsabilidad para con todos los siglos que me siguen.
Friedrich Nietzsche
La fuerza de una creencia no tiene ninguna relación con su veracidad.
Irvin D. Yalom
Las diferencias de costumbres y lengua no son nada en absoluto si nuestros propósitos son los mismos y nos mostramos abiertos.
J. K. Rowling
Yo no vivo de lo que el mundo piensa en mí, sino por lo que pienso de mí mismo.
Jack London
No quiero riquezas si no he de saber usarlas en amparar infelices... ¡Oh, maldito el que las haga estériles, y perece sobre el tesoro que guarda!
Leandro Fernández de Moratín