Si se hacen cosas reales, también son reales sus consecuencias.
Loris Malaguzzi
Hemos de construir casa que crezcan; la casa que crece ha de sustituir a la máquina para habitar.
Alvar Aalto
Si te sientes propenso a la reconciliación, pregúntate, ante todo, qué es lo que te ha hecho tan manso: la mala memoria, la comodidad o la cobardía.
Arthur Schnitzler
No pongas la confianza en todos los hombres, sino en los que son dignos; lo primero indica estupidez; lo segundo, sabiduría.
Demócrito
La única manera de obtener la felicidad es buscar la de los demás, no la propia.
Eduardo Punset
Hay en el corazón humano ciertas semillas de probidad que el bien público las desarrolla, el amor a la patria las fertiliza, y las hace fructificar la ocasión de coyuntura de mirar por su adelantamiento y felicidad.
Eugenio Espejo
La providencia es compañera de la historia.
Eugenio María de Hostos
El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable.
George Bernard Shaw
El hombre libre es el que se fija deberes a sí mismo, el que elige sus proyectos.
José Antonio Marina
Si lloras por no haber visto el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.
Phil Bosmans
Se va la juventud año tras año; los días de promavera son fugaces y las frágiles flores mueren pronto. El sabio nos advierte que la vida es tan sólo una gota de rocío en una hoja de loto.
Rabindranath Tagore
La opinión sigue teniendo fuerza, pero es más optativa que determinante y contribuye a forjar el sentimiento individual. Pero, al mismo tiempo, nada le permite ya diferenciar entre información e intoxicación,...
Sébastien Charles
Cuando el pie quiere reemplazar a la cabeza, pasa una frontera sagrada.
Tilda Swinton
Nadie es conocedor de la esencia de otro ser humano si no lo ama.
Viktor Frankl
La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son.
Winston Churchill
Hay un gran árbol; su tronco es tan grueso que sería muy difícil cortarlo. Ahí sigue al borde del camino. Los carpinteros que pasan por allí ni se dignan mirarle, pero muchos viajeros se cobijan bajo su enorme sombra. Así es el Sabio: de tan grande deviene en inútil, pero muchos se cobijan bajo sus palabras. ¿Por qué, entonces, va a ser perjudicial y malo no servir para nada?
Zhuangzi