Lo más preciado que se consigue con la vejez es el respeto.
Lorenzo Marone
Cuando llegué al país, no caminaba; como digo siempre, tuve mucho gusto de aprender a caminar sobre esta tierra de la que nunca me separé.
Alicia Moreau de Justo
¿De qué me ha servido una juventud, de castidad, de privaciones, una vida tal vez próxima a extinguirse sin haber gozado del amor?
Aurora Cáceres Moreno
La más pequeña mosca irrita al león más terrible.
Cristina De Suecia
No juzgue el árbol por las bellas hojas, sino por los buenos frutos.
Giordano Bruno
Para mí, el éxito es la elección y la oportunidad.
Harrison Ford
La lección más importante que los grandes escritores nos han enseñado con su vida se podría tal vez encerrar en una sola palabra: ¡Aguarda!
Henry Wadsworth Longfellow
A veces, la indiferencia y la frialdad hacen más daño que la aversión declarada.
J. K. Rowling
Si mi poesía intenta algo, es liberar a la gente de sus límites para ver y sentir.
Jim Morrison
Y pensó que una cosa era meterse en un sitio como el Hospital Estatal Western con ideas, suposiciones y sospechas, y otra muy distinta obrar conforma a ellas. Tenía el aspecto de alguien que examina un objeto raro con una mezcla de duda y confianza.
John Katzenbach
Los viejos y los cometas han sido venerados por las mismas razones: por su larga barba y por la pretensión de procedir los acontecimientos.
Jonathan Swift
Mi nombre es lo bastante célebre para que yo lo manche con una infracción a mis promesas.
José de San Martín
El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno para mantener el suyo.
José Martí
Las cosas siguen su curso como el Rin. El rio no tiene fin, sigue su vida en el mar.
Manuel Moretti
Soy lo bastante rica como para apreciar a los hombres que se pueden comprar.
Margarita Lozano
No, realmente no se nace para contrabajo. El camino que lleva hasta este instrumento está lleno de rodeos, casualidades y desengaños. Puedo decirle que de los ocho contrabajos de la orquesta nacional, no hay ni uno solo a quien la vida no haya zarandeado y en cuyo rostro no queden huellas de los golpes que de ella ha recibido.
Patrick Süskind