Cada vez que me va bien en la vida, me agobia el hecho de tener tanto que perder.
Lola Kabuki
El hombre es grande solo cuando está de rodillas.
Albert Einstein
Si quieres una tortilla tienes que romper algunos huevos.
Brad Pitt
La alegría del triunfo jamás podrá ser experimentada si no existiera la lucha que es la que determina la oportunidad de vencer.
Carlos Bernardo González Pecotche
Los sentimientos son los instrumentos de que dispone el sujeto para estar interesado en los objetos que le rodean. Sin los sentimientos seríamos prácticamente muebles.
Carlos Castilla del Pino
De modo que intentas hacerla feliz aun a pesar de que el motivo por el que, de entrada, se siente infeliz eres tú
Cassandra Clare
Otro generador de vejez es el hábito: el mortífero proceso de hacer lo mismo de la misma manera a la misma hora día tras día, primero por negligencia, luego por inclinación, y al final por inercia o cobardía. El hábito es necesario; es el hábito de tener hábitos, de convertir una vereda en camino trillado, lo que una debe combatir incesantemente si quiere continuar viva.
Edith Wharton
Esta es la más refinada sutileza del sistema: inducir conscientemente a la inconsciencia, y luego hacerse inconsciente para no reconocer que se había generado un acto de autosugestión.
George Orwell
Tú eres tu prójimo. Es una ilusión hacerte creer que tu prójimo es algo diferente a ti mismo.
Jostein Gaarder
Para un pueblo que ha alcanzado un alto grado de civilización o de: bondadmoral, la guerra, para que sea honrosa, debe ser defensiva.
Louis de Bonald
En la política hay dos formas de tener razón y solo una es teniendo razón.
Nelson Damian Cabral
Más fácilmente triunfan los que fingen estar enamorados, que quienes de veras lo están.
Ninon de Lenclos
Una vez al año no hace daño.
Proverbio
Hay casos en los que se puede aprender más y de más valor, de la historia de una palabra, que de la historia de una guerra.
Samuel Taylor Coleridge
La noche me observaba, amorfa, gigante, ciega y desprovista de fronteras.
Stanisław Lem
No deja de sentirse en el alma turbada tu benigna influencia; y tal vez en la entraña marmórea de la tierra, donde sufren tormento espíritus que lloran gracia y bondad perdidas, tus murmullos apagan su angustia ya los tuyos mezclan sus dulces cantos.
William Wordsworth