Lo admirable no está en lo que vivo, está en lo que cuento.
LÃrico
Una mentira no tendrÃa ningún sentido a menos que sintiéramos la verdad como algo peligroso.
Alfred Adler
La ociosidad, como el moho, desgasta mucho más rápidamente que el trabajo.
Benjamin Franklin
Ha dormido con todas las estrellas masculinas de la MGM, menos con Lassie.
Bette Davis
Es el tiempo el que da la perspectiva correcta a las cosas.
Cameron Crowe
La realidad imita a la tele.
Eduardo Galeano
La sinceridad es el pasaporte de la mala educación.
Enrique Jardiel Poncela
En lo que toca especÃficamente al amor, eso significa: el amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor.
Erich Fromm
He tenido el mejor profesor particular que hubiera podido desear.
Garri Kaspárov
Los grandes imperios son necesariamente prosaicos, porque está más allá de la potencia humana representar un gran poema a escala tan grande.
Gilbert Keith Chesterton
Las cosas más grandes no deben decirse sino sencillamente; el tono enfático las perjudica. Por lo que a las pequeñas se refiere, hay que expresarlas con nobleza: éstas no se corroboran sino mediante la naturalidad y por el tono y modo de decirlas.
Jean de la Bruyere
Aunque mi amigo Rafael Azcona sostiene la teorÃa de que los premios han de ser secretos y fuertemente dotados, este es distinto y especialmente agradable, porque es uno de los que podré presumir ante mis hijas y mis paisanos: ya saben que a los catalanes no hay cosa que nos guste más que ganar en Madrid.
Joan Manuel Serrat
Una sarna incurable por escribir toma posesión de muchos, y crece en forma empedernida en el corazón de los insanos.
Juvenal
El contraste y la mezcla de tragedia con alegrÃa es cosa de todos los dÃas, de todas las horas, de cada momento.
Nathaniel Hawthorne
Ahora bien, en cuanto a las nuevas religiones, el que cree en la Revelación no puede dejar de saber que todas son invenciones humanas.
Padre Gabriele Amorth
Algunas veces el lenguaje cientÃfico asimila una palabra de uso común a tal punto que su verdadero origen se olvida.
Shahen Hacyan