Sin plegarias, nuestro poder se desvanece.
Liam Neeson
La buena vida hace que no apreciemos los sacrificios que hicimos para llegar a donde estamos.
Blanca Miosi
Las niñas tienen que ser educadas tanto como los varones.
Cleóbulo de Lindos
Para poder valorar mejor a los demás, es importante primero reflexionar sobre el error de valorarnos a nosotros mismos y en la cualidad de apreciar a otros. Si estimamos a los demás, entonces nosotros y los otros, seremos felices.
Dalai Lama
La juventud es la mejor época para ser rico y la mejor época para ser pobre.
Eurípides
Lo patético y trágico en la suerte de este Odiseo no era para nostros lo que había sufrido, sino lo que aún le esperaba y a cuyo encuentro iba a pesar de todo con enteraza y sin ilusiones.
Hermann Hesse
No se puede engañar al lector, y esa es la primera regla para dedicarse a escribir novelas.
Jean Larser
Empieza por el principio - dijo el Rey con gravedad - y sigue hasta llegar al final; allí te paras.
Lewis Carroll
Los españoles han demostrado que el mejor negocio de la humanidad es el bien común.
Luis Rojas Marcos
Escribir es servidumbre y gozo.
Mario Vargas Llosa
Los críticos son como los tábanos, que impiden a los caballos trabajar la tierra.
Máximo Gorki
Janum, era famosa por su suelo fértil, su clima templado y su abundante población. No obstante, su destino estaba cruelmente marcado por desgracias y tristezas porque mientras los opulentos vivían entregados al placer, los campesinos se morían de hambre. A consecuencia de la depravación, sobrevinieron enfermedades y epidemias que hicieron estragos entre los más débiles.
Naguib Mahfuz
He tomado decisiones que lamento, y las tomé como experiencias de aprendizaje... soy humana, no soy perfecta, como cualquier otra persona.
Queen Latifah
La conciencia es soluble en alcohol.
Riane Eisler
Mídete con los grandes y serás un grande.
Vince Lombardi
El hombre, o mejor dicho, el monstruo, en vez de responder a estas preguntas frotó tres veces su frente, más negra que el ébano, se golpeó tres veces el vientre, cuya circunferencia era enorme, abrió de par en par unos ojos que parecían dos ascuas y se echó a reír con una risa horrenda, mostrando grandes dientes de color ámbar estriado de verde.
William Beckford