La justicia requiere poder, inteligencia y voluntad, y se asemeja al águila.
Leonardo da Vinci
A veces se siente más la angustia esperando un placer que sufriendo una pena.
Colette
Muestra simpatía por las ideas y deseos de la otra persona.
Dale Carnegie
No hay mayor dolor que acordarse de los tiempos felices en la desgracia.
Dante Alighieri
Dichoso el que no ha conocido nunca el sabor de la fama; el tenerla es un purgatorio; perderla, un infierno.
Edward Bulwer-Lytton
Somos avatares de la estupidez pasada.
Fernando Pessoa
Para gobernar un país hay que respetar sus intereses, tener confianza en la gente, ser económico en el gasto, amar a las personas y no hacer levas más que en los tiempos apropiados.
José Ramón Ayllón
Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa.
Karl Marx
Podría perdonar más fácilmente su vanidad, si no hubiera herido la mía.
Keira Knightley
En fin, tal vez no existían soluciones. La sociedad humana, aseguraban, era una especie de monstruo, y sus principales subproductos eran los cadáveres y los escombros. Nunca aprendía, siempre repetía los mismos errores estúpidos, siempre escogía los beneficios inmediatos a costa de un sufrimiento a largo plazo.
Margaret Atwood
El que sospecha invita a traicionar.
Miguel de Cervantes
Hay cosas que son ciertas, no importa si las crees o no.
Nicolas Cage
Sólo tienes un cierto número de horas en un día y un límite para las que puedes trabajar. Entonces, ¿Por qué trabajar duramente para conseguir dinero? Aprende a hacer que el dinero y la gente trabajen para ti y serás libre para hacer las cosas importantes.
Robert Kiyosaki
Amor es igual a incertidumbre por eso enamorarse es igual a estar vivos.
Roque Valero
Al final de la visita, siempre se acaba por tratar al amante mejor de lo que se quisiera.
Stendhal
La condición de la ausencia de límites es la clave de la creación, la razón por la cual estamos aquí.
Stephen Hawking