El Partido bolchevique luchó obstinadamente durante años por el derecho de autodeterminacion.
León Trotski
La justicia es la administración de la fuerza.
Anatole France
Ahora él camina por aquel camino tenebroso al lugar de donde afirman no vuelve nadie.
Catulo
En sus 10 mandamientos, Dios olvidó mencionar a la naturaleza. Entre las órdenes que nos envió desde el monte Sinaí, el Señor hubiera podido agregar, pongamos por caso: Honrarás a la naturaleza de la que formas parte. Pero no se le ocurrió.
Eduardo Galeano
Para llegar a ser sabio, es preciso querer experimentar ciertas vivencias, es decir, meterse en sus fauces. Eso es, ciertamente, muy peligroso; más de un sabio ha sido devorado al hacerlo.
Friedrich Nietzsche
En última instancia, todo tiene arreglo, menos la dificultad de ser, que no lo tiene.
Jean Cocteau
Hemos olvidado que nuestra única meta es vivir y que vivir lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestras verdadera meta si vivimos. Los días son frutos y nuestro papel es comerlos.
Jean Giono
Pablo, Pablito, Pablete.
José María García
Bien podría ser que Lisboa, contrario de lo que parecía, no fuera ciudad, sino mujer, y la perdición solo amorosa, si el restrictivo adverbio tiene cabida aquí, si no es ésa la única y feliz perdición.
José Saramago
El hombre disfruta la compañía de sus amigos en los tiempos de prosperidad y salud; necesita de ellos en las horas aciagas; le acompañan y asisten cuando se hace viejo y le faltan las fuerzas.
Maimónides
Deberíamos servir a la naturaleza y no contrariarla; ella es la maestra.
Paco Rabanne
Lo que este país necesita no es más nacionalismo, sino más democracia.
Rosa Díez
Sólo los cordiales merecen ser tratados con cordialidad.
Terencio
Es el amor, no la razón, que es más fuerte que la muerte.
Thomas Mann
Hasta que abrieron los ojos, todos simultáneamente; las membranas se deslizaron hacia los lados y mostraron la extraña calma de los habitantes de la más oscura fosa oceánica.
William Gibson
La belleza es una idea relativa, que depende de la tradición y de las costumbres, y sobre todo de los gustos personales, que el lector puede no compartir.
Wislawa Szymborska