Pero en la Unión Soviética todavía no existe el socialismo. Un estado de transición, cuajado de contradicciones, cargado con la pesada herencia del pasado, sufriendo la presión enemiga de los Estados capitalistas: esto es lo que allí domina.
León Trotski
A la pregunta ¿Qué gente te gusta fotografiar? Mi respuesta es a las que quiero, a las que admiro, y a las que me odian.
Arnold Newman
La esencia de la juventud, por supuesto, es un juego, que mis amigos y yo hicimos sin cesar en las calles que a regañadientes compartimos con el tráfico.
Bill Cosby
En ellas se me ha hecho la nariz casi la mitad más larga de lo que yo la tenía.
Carlos III de España
Si un partido político se atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarse de que sus adversarios lo hagan culpable de la sequía.
Charlotte Morrow
No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.
Gabriel García Márquez
Nuestro destino semeja un árbol frutal de invierno. ¿Quien pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Más esperamos que así sea y sabemos que así será.
Goethe
Esa deslealtad de los ayudantes de confianza es una de las cosas más desalentadoras que le puede suceder a un artista intérprete o ejecutantes.
Harry Houdini
Una hora de alegría es algo que robamos al dolor y a la muerte, y el cielo nos recuerda pronto nuestro destino.
Jacinto Benavente
Y todo como el diamante antes que luz, es carbón.
José Martí
No se puede separar el poder del discurso para producir una realidad social, de una parte, del poder del discurso para describir una realidad existente, de la otra. Ambas cosas suceden al mismo tiempo.
Judith Butler
A mi no me aburrira un domingo.
Kase.O
Ninguna causa está perdida mientras haya un insensato luchando por ella.
Orlando Bloom
Como con los sellos de correo sucede con los besos que los hay los que pegan y los que no pegan.
Ramón Gómez de la Serna
La carretera hacia la libertad pasa por el dolor de la muerte.
Theodor Körner
Una vez que dejemos de valorar más lo público que lo privado, seguramente estaremos abocados a no entender por qué hemos de valorar más la ley (bien público por excelencia) que la fuerza.
Tony Judt