Todas las familias dichosas se parecen unas a otras; cada familia infeliz es infeliz a su manera.
León Tolstói
En aquellos días aprendí dónde hay que interrumpir la discusión para que no se transforme en embuste y dónde ha de empezar la resistencia para salvaguardar la libertad.
Benedicto XVI
El loco no puede reincorporarse a la realidad, está permanentemente viviendo su fantasía.
Carlos Castilla del Pino
Hay amores de novela y amores para casarse.
Carmen Martín Gaite
Penélope Cruz va a Segovia y el acueducto se hace una foto con ella. Cuenta la leyenda que Penélope Cruz llama a su compañía de teléfono a darse de baja... ¡y la dan de baja!
Dani Rovira
El procura excitar mi odio por todos los medios. Su modo de obrar me produce a veces una estupefacción que me hace olvidar el terror que siento. Y eso que un tigre o una serpiente no me atemorizarian mas que él.
Emily Brontë
Hay una fuerza más poderosa que el vapor y la electricidad: la voluntad.
Fernán Caballero
Dios es una fuente perenne; nadie da tanto como él.
Gertrud Von Le Fort
Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo.
Gilbert Keith Chesterton
El caos con frecuencia genera vida, cuando el orden genera hábitos.
Henry Adams
Aquél que no perdona a otros, destruye el puente sobre el cual él mismo debe pasar; porque todos los hombres necesitamos ser perdonados.
Lord Herbert
Comunique todo lo que fuese posible a sus colaboradores. Cuanto más sepan ellos, más comprenderán. Cuanto más comprendan, más se interesarán. Cuanto más se interesen no van a parar.
Sam Walton
La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino más bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad.
Teresa de Calcuta
Todo pasa. Sólo el verdadero arte es eterno.
Théophile Gautier
Las lágrimas corrieron por su rostro. Su mano temblorosa buscó el apoyo de la mesa para poder sostenerse, mientras me tendía la otra. La tomé entre las mías, estrechándola con firmeza. Cayó mi cabeza sobre aquella mano fría. Mis lágrimas la humedecieron y mis labios se apretaron contra ella. No fue un beso de amor. Fue una contracción de agonía desesperada.
Wilkie Collins
Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.
William Shakespeare