¡Cuánto le costó a la muerte apagarte los ojos!
León Felipe
Engaña a quien te engaña e a quien te fay, fayle.
Arcipreste de Hita
No hay ningún hombre realmente honrado; ninguno de nosotros se encuentra libre del afan de lucro.
Aristófanes
Mis semejantes, sobre todo si son jóvenes como yo, se sienten en todas las circunstancias de la vida como alguien que tiene puesta una ropa que no es de su talla.
Arthur Schopenhauer
El pueblo judío y el gobierno de Israel tienen el derecho, el deber y la capacidad para prevenir otra aniquilación del pueblo judío.
Benjamín Netanyahu
La realización de los premios de nuestra sociedad es ganada con el costo de una disminución de la Personalidad.
Carl Gustav Jung
Todos los afectos más sagrados no son más que una perezosa costumbre.
Cesare Pavese
Se familiarizaba Durvati con la sangre y el dolor, inseparable de la gloria.
Emilia Pardo Bazán
La desgracia destroza el carácter del hombre. Pero la maldad le hace más desgraciado. Muchos son desgraciados sólo porque son malos. A todos nuestra parte de maldad nos hace desgraciados.
Fiódor Dostoyevski
Las etiquetas confunden, me resbalan.
Freddie Mercury
Lo peor que puede ocurrirle al hombre es llegar a pensar mal de sí mismo.
Goethe
Para la revolución el líder es el cerebro, el partido su estado mayor y las masas populares sus artífices.
Kim Jong-il
La adquisición de cualquier conocimiento es siempre útil al intelecto, que sabrá descartar lo malo y conservar lo bueno.
Leonardo da Vinci
Escuchad imbéciles de mierda, aquí hay un hombre que va a cortar por lo sano, un hombre que va a hacer frente a la chusma, a la prostitución, a las drogas, a la podredumbre, a la basura. Un hombre que acabará con todo eso.
Robert De Niro
Parecía que la mayoría de los mitos sobre los vampiros se concentraban en reflejar a hermosas mujeres como demonios y a los niños como víctimas. También parecían estructuras creadas para explicar la alta tasa de mortalidad infantil y proporcionar a los hombres una coartada para la infidelidad.
Stephenie Meyer
La pena de muerte es un signo peculiar de la barbarie.
Victor Hugo