Hubo un sacudimiento general; despertó la opinión y el pueblo se ha dispuesto a romper las cadenas que le oprimían.
Leandro Alem
Eres un ángel que muerde la noche, para no desgarrar mis alas.
Alejandro Lanús
Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada.
Buda Gautama
La mayoría es lo más fuerte. Coloca a diez filósofos de un lado y a once bobos en el otro; los tontos ganarán.
Claude Tillier
No merece la pena morir en un salto. Pero al menos matarse saltando desde la estatua de Jesús tiene algo de gloria.
Felix Baumgartner
Sin amigos nadie querría vivir, aunque tuviera todo tipo de bienes.
José Ramón Ayllón
Salvando tu alma, serás feliz para siempre; pero, si la pierdes, lo pierdes todo: alma, cuerpo, cielo, Dios, que es tu supremo fin... y esto, por toda la eternidad.
Juan Bosco
Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista.
Juan Domingo Perón
Vivir resistiéndose, día a día, a las ventajas de la adulación y la mendacidad, es sentar plaza vitalicia de héroe.
Juan Gil-Albert
A la verdad no se llega mediante el voto de la mayoría.
Ken Follett
Mentira que la patria pertenece a todos los que nacimos en ella. Pertenece a una pequeñísima minoría de acaparadores de la tierra y de las riquezas del suelo. Pertenece a los terratenientes, grandes negociantes y banqueros.
Librado Rivera
La gente anciana es peligrosa, puesto que no le tiene temor al futuro.
Peter Ustinov
Caen las Bastillas, pero quedan a menudo sus puertas, cerradas a cal y canto.
Stanisław Jerzy Lec
En amor, cuando el dinero se comparte se aumenta el amor; cuando se da, se mata el amor.
Stendhal
El camino que he hallado permite vivir cada hora del día con plena conciencia, con la mente y el cuerpo en el momento presente. Lo contrario es vivir en la distracción. Si vivimos en la distracción, no sabemos que estamos vivos; no experimentamos plenamente la vida porque nuestra mente y nuestro cuerpo no están en el aquí y ahora.
Thich Nhat Hanh
Mis más sinceras excusas van sobre todo, a la familia Trokman de Detroit. Yo, yo nunca había ayudado a dar a luz a un bebé y pensé, pensé que las tenazas para el hielo eran lo más apropiado.
Woody Allen