La arquitectura esta reprimida por la costumbre, los estilos son una mentira.
Le Corbusier
Si no he de aprender algo hoy, no duermo.
Alex Pimentel
¡Libros! Los libros son el regalo más grande que una persona puede dar a otra.
Bono
Si es cierto que nos acostumbramos al dolor, ¿cómo es que con el paso de los años sufrimos cada vez más?
Cesare Pavese
Hay veces que pienso que estoy muerta cuando despierto me escucho hablar y pienso que, en realidad, estoy muerta. Pero regreso, siempre regreso a la vida.
Chavela Vargas
Cualquiera que inventó el cliché de que el dinero es la raíz de todos los males no sabía casi nada sobre la naturaleza del mal y muy poco de los seres humanos.
Eric Hoffer
No se puede incendiar y luego exigir que florezca sobre la tierra quemada No se puede ser bombero y pirómano a la vez.
Fernando Moraleda
Ningún tormento sería para mí tan grande como estar solo en el Paraíso.
Goethe
Por eso no es propiamente la moral la doctrina de cómo nos hacemos felices, sino de cómo debemos llegar a ser dignos de la felicidad.
Immanuel Kant
El hombre todavía puede apagar el ordenador. sin embargo, tendremos que esforzarnos mucho para conservar este privilegio.
Joseph Weizenbaum
Y mientras yo dormía o bebía la cerveza de Wittenberg junto a mis amigos Philip y Amsdorf, la Palabra debilitaba al papado de forma tan grandiosa que ningún príncipe o emperador consiguió causarles tantas derrotas. Yo nada hice: la Palabra lo hizo todo.
Martín Lutero
Siente que las espirales de su odio almacenan flexibilidad y potencia. Este odio es como el resorte de un tensor. En cuanto se rompa el retén, mi cabeza volará a las estrellas. Me quedaré con el cuerpo sin cabeza, la garganta volcando, como un caño, chorros de sangre.
Roberto Arlt
Cuando en un concierto hay una mujer, se acabó la música.
Thomas Dekker
En la vida caí tantas veces que llegué a tocar el suelo con la frente, pero tuve fe para levantarme siempre. Y todo lo hice sola.
Tita Merello
Si no se rompe, ¿cómo logrará abrirse tu corazón?
Yibrán Jalil Yibrán
El halo de la luna. ¿No es el perfume de la flor del ciruelo que subió hasta allá?
Yosa Buson