Una ciudad se hace un mundo cuando uno ama a uno de sus habitantes.
Lawrence Durrell
El corazón de un hombre puro es un vaso profundo. Cuando la primera agua que en él se vierte es inmunda, ni toda el agua del mar que sobre él se arroje podrá lavar la mancha, porque el abismo es inmenso y la inmundicia se agarra en lo más hondo.
Alfred de Musset
Ni honras que mucho crecen aseguran a su dueño.
Alonso de Barros
Los años son como peldaños desde donde podemos ver mejor.
Doménico Cieri Estrada
Un hombre instruido es un hombre ocioso que mata el tiempo estudiando.
George Bernard Shaw
Nada nuevo puede haber sin ser aleatorio.
Gregory Bateson
¡Con qué frecuencia se nos obligó a cargar con fortuna parcialidad hacia el injusto!
Henry Clay
Los errores no son la técnica pero si los artífices.
Isaac Newton
Cuando usted lloró, fue sólo por usted y no por la admirable imposibilidad de alcanzarla a través de la diferencia que les separa.
Marguerite Duras
La castidad, en la que antaño veía una superstición que debía combatirse, le parecía ahora una de las caras de la serenidad: saboreaba ese frío conocimiento que uno tiene de los seres cuando ya no los desea.
Marguerite Yourcenar
Uno tiene en sus manos el color de su día... Rutina o Estallido.
Mario Benedetti
Salpicados de barro Por el rocío Los melones parecen frescos.
Matsuo Basho
Es imposible que los que mandan sean reverenciados por los que desprecian a Dios.
Nicolás Maquiavelo
La felicidad recupera en altura lo que le falta en longitud.
Robert Frost
La esperanza es, por si misma, una felicidad, y, quizá, la principal felicidad que este mundo puede darnos.
Samuel Johnson
Crees que tienes que habértelas con muchas dificultades, pero la verdad es que la mayor dificultad está en ti y tú eres el estorbo para ti mismo.
Séneca