El sentimiento tiene casi siempre ideas justas, porque no hay tiempo para entregarse a reflexiones sutiles.
Laurent Angliviel de la Beaumelle
La mujer, está donde le corresponde. Millones de años de evolución no se han equivocado, pues la naturaleza tiene la capacidad de corregir sus propios defectos.
Albert Einstein
Al negarnos a aceptar un poder superior inmutable que nos supera, hemos colmado el vacío a golpe de imperativos personales y, súbitamente, nuestra vida se ha vuelto espeluznante.
Aleksandr Solzhenitsyn
No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda.
Ana Frank
Los galanes son a diez centavos la docena.
Brad Pitt
No debemos creer demasiado en los elogios. La crítica a veces es muy necesaria.
Dalai Lama
Un hombre dado a contradicciones y atento a detalles insignificantes, no se adapta a aprender lo necesario.
Demócrito
El burgués es un hombre que tiene dinero y consideración, y que siempre quiere más dinero y más consideración.
Emmanuel Berl
Todo el tiempo que el hombre no hace algún hecho heroico, se llama, en esta significación, hijo de nada, aunque por sus antepasados tenga nombre de hijodalgo.
Juan Huarte de San Juan
El niño es acreedor al máximo respeto.
Juvenal
Resistir es que cada Venezolano defienda su propiedad, sea su casa, su negocio o su pensión.
María Corina Machado
¿Pero esto qué es? ¿Qué es esto de tratar de violentar el voto?, Esto es nazismo puro.
María Dolores de Cospedal
La diferencia entre las personas estúpidas y las inteligentes, y eso es cierto estén o no bien educadas, es que las personas inteligentes pueden tratar con las sutilezas.
Neal Stephenson
El cerebro no es del todo como un ordenador sino más bien como un ordenador que está cambiando contínuamente.
Roger Penrose
En mi voz hay al menos un signo de geometría viva, en la tuya, una caracola muerta con lamentos fúnebres.
Salvatore Quasimodo
El bosque siempre ha sido nuestro lugar seguro, nuestro lugar fuera del alcance del Capitolio, donde teníamos libertad para decir lo que quisiéramos, para ser quienes éramos en realidad. Al menos antes de los juegos.
Suzanne Collins