Que una sonrisa pueda añadir un hilo a la trama sutil de la vida.
Laurence Sterne
Dios nos hizo para Él, y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en Él.
Agustín de Hipona
Para manejar la economía y los servicios en un país como Irak requiere la delegación de autoridad y la elección de las personas competentes.
Ahmed Chalabi
Cuando ves lo que somos y lo que representa la vida, sólo el silencio es grande, todo lo demás es debilidad.
Alfred de Vigny
El que tiene un verdadero amigo puede afirmar que posee dos almas.
Arturo Graf
Voluntad es la fuerza psíquica que mueve las energías humanas y pone en función las determinaciones de la inteligencia para bien, defensa y superación del individuo.
Carlos Bernardo González Pecotche
No creo en la suerte ni en la casualidad.
Erika Leonard
Nunca te enorgullezcas de los frutos de tu inteligencia. Sólo eres dueño del esfuerzo que pusiste en su cultivo; de lo que logra, nada más eres un espectador. La inteligencia es como una flecha: una vez que se aleja del arco, ya no la gobierna nadie. Su vuelo depende de tu fuerza, pero también del viento y, ¿por qué no decirlo?, del destino que camina detrás de ella.
Ermilo Abreu Gómez
Duda de todo por lo menos una vez, aunque se trate de la frase: Dos por dos son cuatro.
Georg Christoph Lichtenberg
El sufrimiento es adictivo.
Javier Cámara
No hay que escoger por esposa más que a la mujer que se elegiría por amigo si fuese un hombre.
Joseph Joubert
No se ataca a los propios errores. Se ataca a los enemigos que se aprovechan de estas faltas.
Kurt Tucholsky
Algunos piensan que Google es Dios, otros piensan que es Satán, pero recuerden, pueden ir a Google y buscar otra pagina similar.
Sergey Brin
La mejor prueba de que la navegacion en el tiempo no es posible, es el hecho de no haber sido invadidos por masas de turistas provenientes del futuro.
Stephen Hawking
Al deseo, acompañado de la idea de satisfacerse, se le denomina esperanza; despojado de tal idea, desesperación.
Thomas Hobbes
El matrimonio puede ser a menudo un lago tempestuoso, pero el celibato es siempre un fangoso abrevadero.
Thomas Love Peacock