No pienses que lo eres. Sabes que lo eres.
Laurence Fishburne
Nadie se duele tan poco como un loco.
Alexander Pope
No hay razas inferiores; todas ellas están destinadas a alcanzar la libertad.
Alexander von Humboldt
Quien no tiene amigos, sólo vive a medias.
Anónimo
Cada judío debería guardar, en algún lugar de su corazón, una zona para el odio, ese odio sano, varonil contra todo aquello que representa el alemán y que forma parte de la esencia de lo alemán. Todo lo demás sería traición a los muertos.
Elie Wiesel
La paciencia es virtud vencedora. La impaciencia es vicio del demonio.
Francisco de Quevedo
En la pugna entre el arroyo y la roca, siempre triunfa el arroyo. no porque sea muy fuerte, sino porque persevera.
H. Jackson Brown
El futuro no pertenece a nadie. No hay precursores, no existen más que rezagados.
Jean Cocteau
El agotamiento de recursos naturales y la degradación del medio ambiente, son una especie de préstamo tomado del futuro, tanto más odioso cuanto que son deudas que no se ven.
Joseph Stiglitz
Y cuando lo vengas del todo a tener,
Juan de la Cruz
Las azaleas en el acantilado miran el reflejo en el lago del atardecer.
Kawai Chigetsu
Que las obras que han de sobrevivirte empiecen también a vivir por ti: tarde les llega la gloria a las cenizas.
Marcial
Se paga el peso, el esfuerzo se valora, tengo fuego en la boca.
Mucho Muchacho
No son triviales las verdades y las grandes verdades.
Niels Bohr
Cuando las voces suaves mueren, Su música vibra aún en la memoria.
Percy Bysshe Shelley
El viento era cada vez más potente. Silbaba con fuerza y hacía que los dos mástiles se combaran como cañas de pescar. Las olas se alzaban y, con la sencillez de quien salta un simple leño, pasaban de un lado al otro del barco, agitadas como una banda de facinerosos, y entonces se las llevaba la corriente. En aquellos momentos, las escotillas se convertían en cataratas.
Takiji Kobayashi