Una mujer no está completa sin un hombre. Pero ¿dónde puedes encontrar a un hombre - un hombre de verdad - en estos días?
Lauren Bacall
Antes de Beethoven se escribía música para lo inmediato: con Beethoven, se empieza a escribir música para la eternidad.
Albert Einstein
Todo hombre es un Dios para sus semejantes.
Anónimo
La libertad nunca ayuda a fundar edificios políticos durables: los corona cuando ya están fundados.
Conde de Romanones
Tu rosa mi rosa, escribirá llameantes taumaturgias, cuando el cielo llueva luceros de miel y titilen luciérnagas de harina.
Delia Quiñonez
Cuando tú no sabes por qué has perdido, y si vuelves atrás lo volverías a hacer igual es porque vas por el buen camino.
Fernando Torres
La ausencia de imperfecciones en la belleza es ya en si una imperfección.
Henry Havelock Ellis
Sabés, dijiste nunca fui tan feliz como esta noche. Nunca. Y me lo dijiste en el mismo momento en que yo decidía no decirte, sabés, seguramente me engaño pero creo, pero ésta me parece, la noche más hermosa de mi vida.
Idea Vilariño
La mitad del mundo es incapaz de entender las diversiones de la otra mitad.
Jane Austen
La Iglesia sigue firme en su postura: la homosexualidad es cosa de maricones.
Jaume Perich
Lo que más debería descorazonar a los políticos, es ver que siempre se producen los mismos efectos.
Louis Latzarus
Ya se ha echado encima el calor y con él comienza de nuevo a florecer la cultura del desolladero, la sangre, los cuernos, los puyazos, las cuchilladas, los vómitos, los aplausos. En el palacio de falso mudéjar de Las Ventas empiezan las corridas de San Isidro.
Manuel Vicent
El niño que ha aumentado su propia independencia con la adquisición de nuevas capacidades, solo puede desarrollarse normalmente si tiene libertad de acción.
Maria Montessori
La gracia sustentadora no promete ausencia de aflicciones sino la presencia de Dios.
Max Lucado
El destierro ilumina; la desgracia corrige.
Victor Hugo
En cuanto a mis viejas opiniones, estoy harto de ellas. Y claro que tengo razón, pues me han desilusionado tristemente.
William Hazlitt