La guerra es así, más escandalosa cuando la cuentas que cuando la vives.
Laura Restrepo
La arrogancia del corazón es el atributo de las personas honradas; la arrogancia en las maneras es el atributo de los imbéciles.
Charles Pinot Duclós
Hay que comer y beber con tal moderación, que nuestras fuerzas se restauren y no se recarguen.
Cicerón
El temor siempre enmienda, el temor expulsa el pecado, el temor reprime el vicio, el temor hace al hombre docto y solícito.
Isidoro de Sevilla
De ti depende y de mí que entre los dos siga siendo ayer noche, hoy por la mañana.
Joaquín Sabina
Miré un poco, y tan ágil y libre me sentía como si, abanicándome, las alas de Mercurio hubiesen en mis pies retozado: era leve mi corazón, y muchas delicias de mis ojos me estremecían.
John Keats
Me encanta sentir la lluvia mojándome la cara.
Katherine Mansfield
De los arces de otoño me acerco y la soledad me invade.
Kobayashi Issa
Mirado desde la sensación del orgasmo que se logra, una mujer parece quemar con gloria angelical.
Larry Niven
Los hombres son tan simples y unidos a la necesidad, que siempre el que quiera engañar encontrará a quien le permita ser engañado.
Nicolás Maquiavelo
Si lloras por no haber visto el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.
Phil Bosmans
No es más grande el ánimo a quien deleitan cosas terrenas.
Séneca
Entender la transitoriedad es el hermano gemelo de entender el arte.
Seth Godin
Ella lo miraba con una mirada intensa en la que había incomprensión y anhelo como pidiéndole al mismo tiempo que no se fuese y que no dejase de partir por aquello de que todo era imposible entre ambos.
Vinicius de Moraes
La vida es un sueño, el despertar es lo que nos mata.
Virginia Woolf
En cuanto a mis viejas opiniones, estoy harto de ellas. Y claro que tengo razón, pues me han desilusionado tristemente.
William Hazlitt