Algunos niños tomamos la decisión de no molestar, con la secreta esperanza de ser finalmente reconocidos y amados por nuestra madre si no la hacemos enojar nunca.
Laura Gutman
La Meca del economista se encuentra en la biología económica más que en la dinámica.
Alfred Marshall
Los que no deben a la mujer ni fortuna ni infortunio me parecen unos raros monstruos, cuyas turbias verdades he procurado inútilmente entender.
César González-Ruano
Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo.
Elie Wiesel
Los médicos más peligrosos son aquellos que, habiendo nacido actores, imitan a los verdaderos médicos con perfecta impostura.
Friedrich Nietzsche
No se conoce a Albéniz si se prescinde del duende de su ritmo. Y no se puede interpretar a Albéniz si no se conoce a fondo la humanidad, el orgullo, la pasionalidad, el dolor del pueblo español.
Giovanni Nenna
El lugar donde uno nace es la envoltura del alma. La iglesia donde uno reza es parte del alma misma.
Hilaire Belloc
El derecho a la libertad de expresión va dirigido a legalizar la crítica y la disidencia.
Ismael Leandry Vega
Nosotros convivimos con casi 35 holandeses cada día y pasan muy pocas cosas; pero con 3 mujeres... no duraríamos ni una semana.
Johan Cruyff
La vida consiste en ajustarse a las condiciones reales y tomar las cosas como realmente son, no como uno desearía que fueran.
Ludwig von Mises
Fanio se suicidó por escapar del enemigo. ¿No es, pregunto yo, una locura esto de morir para no morir?.
Marcial
Los pueblos igualitarios sienten repugnancia y temor ante la más ligera insinuación de ser tratados con generosidad o de que una persona piense que es mejor que otra.
Marvin Harris
En lugar de dejar nacer y crecer naturalmente los seres, ¿no valdría más emplear nuestras fuerzas intelectuales para hacerlas prosperar más?
Mencio
La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
Napoleón Bonaparte
La gota horada la piedra, no por su fuerza, sino por su constancia.
Ovidio
Le asombraba cómo divergen las vidas y nuestra impotencia ante la fuerza de las circunstancias. ¿Y qué pinta Dios en todo esto?
Philip Roth