Si hay algo que puedo enseñarte es a encontrar lo mejor de ti. Y cuando lo hagas, aférrate a ello hasta el final.
Laura Dern
El ajedrez te enseña ante todo a ser objetivo.
Alexander Alekhine
Quiero ser esas manos invisibles que manejan por si la creación, y formar con tus sueños y los míos otro mundo mejor para los dos.
Almafuerte
El programa que oculta al programador la verdad acerca del hardware y presenta una visión bonita y sencilla de ficheros con nombre que se pueden leer y en los que se puede escribir, es por supuesto, el sistema operativo.
Andrew S. Tanenbaum
El médico de cabecera está siempre a los pies de la cama.
Enrique Jardiel Poncela
Se suele oponer Europa a España, pero España es Europa antes que otras muchas naciones.
Gustavo Bueno
La existencia no es algo que se deje pensar de lejos: es preciso que nos invada bruscamente, que pese sobre nuestro corazón tanto como una gran bestia inmóvil. Si no, no hay absolutamente nada.
Jean-Paul Sartre
Ya hice muchas letras ayer, y no me curé, jamás pisé firme, hoy solo intento divertirme y dejar brillante fama antes de irme.
Kase.O
Los hombres carismáticos pueden modificar con su peso la exacta geometría de las instituciones democráticas, como las grandes masas deforman la geometría del espacio en las ecuaciones de Einstein.
Leopoldo Calvo-Sotelo
Yo tengo mi mente, y una mente necesita libros, al igual que una espada, una piedra para afilar. Por eso leo mucho.
Peter Dinklage
Una autobiografía es un necrológica en forma serial a la que le falta la última entrega.
Quentin Crisp
No ser útil a nadie equivale a no valer nada.
René Descartes
Cuanto más cercano se está a lo que se teme, más ligero es el temor.
Séneca
El presidente Roosevelt olvida con frecuencia que hay siete millones de polacos en los Estados Unidos... Siete millones de electores.
Winston Churchill
Me gusta dar toda mi energía en crear arte lo más que pueda. Después de desayunar, vengo a mi estudio y empiezo a trabajar en producción. Lo más importante para mí es producir obras de arte.
Yayoi Kusama
De pronto me sentí a mí mismo, y a mi propio yo. Todos aquellos que se dan cuenta de Sí Mismos, son conscientes de su individualidad, pero solamente el ojo inflamado, el dedo lastimado, el diente enfermo se evidencian; pues el ojo sano, el dedo indemne, y el diente intacto no parecen existir. De modo que, sin duda alguna y con absoluta certeza, uno está enfermo cuando siente su propia personalidad.
Yevgueni Zamiatin