Quiero morir a los 100 años con una bandera americana a la espalda y la estrella de Texas en el casco, descendiendo gritando por los Alpes sobre la bici, a 120km h, cruzar mi última meta y oir mi esposa con mis diez hijos aplaudiendo y luego tumbarme en un campo de girasoles franceses y expirar con elegancia.
Lo mejor del festival de San Sebastián, mi acompañante, aunque por desgracia esté enamorada de otro.