Internet todavía es algo que afortunadamente los gobiernos no pueden controlar. Y a mí las cosas que el gobierno no puede controlar, me gustan mucho...
Kutxi Romero
Viaja a los rincones que significan algo para ti, allí donde ocurrieron las cosas importantes de tu vida.
Alejandro Sanz
Una nación que no pide más que el orden ya es esclava en el fondo de su corazón.
Alexis de Tocqueville
Construye pues el barco de la muerte ya que debes emprender el más largo viaje, el del olvido.
D. H. Lawrence
El interés por nuevas ciudades no es tanto llegar a conocerlas como escapar de otras anteriores.
David Trueba
Otro generador de vejez es el hábito: el mortífero proceso de hacer lo mismo de la misma manera a la misma hora día tras día, primero por negligencia, luego por inclinación, y al final por inercia o cobardía. El hábito es necesario; es el hábito de tener hábitos, de convertir una vereda en camino trillado, lo que una debe combatir incesantemente si quiere continuar viva.
Edith Wharton
Siempre me han enseñado una ley, una ley fundamental: Honra a los dioses, ama a tu mujer y quiere a tu patria.
Eric Bana
Mi verdadera religión: adorar a la Intimidad en mi representación, sinceramente, sin otra finalidad; rendirme a la verdad viva y entregarme a quien sé que está en mí y yo en él.
Fernando González Ochoa
Estábamos al borde del abismo, pero hemos dado un paso hacia adelante.
Francisco Franco
No hay solución al conflicto en esta región excepto con la desaparición del quibbe.
Hassan Nasrallah
El español es serio, callado y veraz. Pocos comerciantes hay en el mundo más honrados que los españoles.
Immanuel Kant
No acaricies mis senos. Son de greda los senos que te empeñas en ver como lirios morenos.
Juana de Ibarbourou
El pecho está lleno de muchas cosas para decirte. Hay momentos en que me parece que el idioma no es nada.
Ludwig van Beethoven
Cuando envejecemos, la belleza se convierte en cualidad interior.
Ralph Waldo Emerson
Los niños de cinco años se especializan en hacer preguntas difíciles.
Stephen King
La mujer cree ser la conquistada; el hombre, el vencedor. Y con todo, el vencedor se inclina delante de la vencida.
Søren Kierkegaard