Somos lo que pretendemos ser, así que elige bien lo que pretendes ser.
Kurt Vonnegut
La suerte juega con cartas sin marcar, no se puede cambiar.
Andrés Calamaro
Soy por naturaleza experimental... siempre explorando mi creatividad.
Christina Aguilera
Es necesario extirpar, como se extirpan del campo las plantas dañosas, al trotskismo de las filas proletarias de nuestro país. Es necesario extirparlo y aplastarlo como a fieras rabiosas, porque, si no, nos encontraremos en cada momento decisivo con que no se puede comenzar la ofensiva porque hay que atender a los disturbios que ellos promueven en la retaguardia.
Dolores Ibárruri
Conforme la civilización asume formas más complejas, más tiene que restringirse la libertad del individuo.
Friedrich Hayek
Hay que mejorar la condición femenina. Las cocinas son demasiado pequeñas, los fregaderos demasiado bajos y el mango de las cacerolas está mal aislado.
George Wolinski
Cuando mi amigo está infeliz, voy a su encuentro; cuando está feliz, espero que me encuentre.
Henri-Frédéric Amiel
El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan, demasiado rápido para aquellos que tienen miedo, demasiado largo para aquellos que sufren, demasiado corto para aquellos que son felices; sin embargo, para aquellos que aman, el tiempo no existe.
Henry van Dyke
La primera y más elevada ambición que pueda tener un hombre es la de cumplir con su deber y la de gobernar su alma, que es su verdadero reino.
John Lubbock
Porque la piel de tus labios y de tu lengua es como una madera roja y empapada de savia.
Jorge Debravo
Cuando un amigo advierte que lo necesitamos de un modo apremiante, siempre pierde cordialidad.
Madame de Staël
Toda filosofía guarda algo de los sofismas frente a los cuales se erige como verdad.
Mario Payeras
El enemigo viene en limusina, no en patera.
Pablo Hasél
Cuidate de un acto de avaricia, es malo y una enfermedad incurable.
Ptahhotep
Toda lágrima enseña a los mortales una verdad.
Ugo Foscolo
De la guerra había surgido la paz, una paz pobre, miserable, casi tan ardua como la guerra.
Vasili Grossman