Habrá tiempo para la verdad.
Kristin A. Scott Thomas
¿Para qué sirve la escuela si no es capaz de hacer que niños y niñas formados en medios sociales y culturales diferentes compartan el espíritu nacional, la tolerancia y la voluntad de libertad?
Alain Touraine
La existencia sería intolerable si no hubiera ensueños.
Anatole France
Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía.
Anaxágoras
Yo no tengo la culpa de que la vida se nutra de la virtud y del pecado, de lo hermoso y de lo feo.
Benito Pérez Galdós
La experiencia es una gran escuela, donde los fatuos no asisten.
Benjamin Franklin
Un artista, un hombre de ciencia, no tiene nacionalidad. Un cantor tampoco, es de todos, y su patria es donde oye aplausos. Pero ya que insiste: soy uruguayo, nacido en Tacuarembó. El Telégrafo de Paysandú, Uruguay, 25 de octubre de 1933
Carlos Gardel
Mientras haya libros no existe el pasado.
Edward Bulwer-Lytton
Tenemos que copiarnos de los curas, que te agarran de chiquito y te dan un catecismo: pa, pa, pa, pa, y a los cuatro años ya estás pelotudo.
Hebe de Bonafini
Querido pueblo rumano: estoy orgulloso por haber nacido y vivido en una nación de doble ascendencia imperial, con un pasado doblemente milenario.
Ion Antonescu
Si el espacio es infinito estamos en cualquier punto del espacio. Si el tiempo es infinito estamos en cualquier punto del tiempo.
Jorge Luis Borges
¡Nuestro Señor nos guarde de los libros demasiado largos y de los poemas!
Olindo Guerrini
El hombre que se puede calentar a buena lumbre y se deja ahumar, y el que puede beber buen vino y lo bebe malo, y el que puede tener buena vestidura y la tiene astrosa, y el que quiere vivirpobre por morirrico; aquel sólo y no otro podremos llamar avaro y mezquino.
Ricardo García Damborenea
No necesito un traje de Iron Man, ya soy un arma de seducción masiva.
Robert Downey Jr.
Un Estado constitucional es, en general, un hombre de opiniones comunes y habilidades poco frecuentes.
Walter Bagehot
Hay puñaladas en las sonrisas de los hombres; cuantos más allegados éstos, más peligrosas aquéllas.
William Shakespeare