La pareja no se apoya sobre la permanencia del amor y la sexualidad, sino sobre la permanencia de la ternura.
Kostas Alexos
Usted cree en un dios que juega a los dados, y yo, en la ley y el orden absolutos en un mundo que existe objetivamente, y el cual, de forma insensatamente especulativa, estoy tratando de comprender.
Albert Einstein
Una sociedad puede existir -muchas de ellas existen- sin escribir, pero ninguna sociedad puede existir sin la lectura.
Alberto Manguel
Somos lo que hacemos, no lo que pensamos ni lo que sentimos.
Anónimo
A veces siento un deseo de aniquilación inmediata, pero el impulso de seguir vivo siempre se impone.
Anthony Burgess
Los grandes hombres, sólo con existir, emiten una luz que ilumina a quienes están a su alrededor. Y cuando esta luz se apaga proyecta una sombra pesada, irremediable.
Banana Yoshimoto
Mejor es que duela el cuerpo, no el alma.
Francisco de Quevedo
A los defectos de la mente debemos darles la importancia que le damos a las heridas del cuerpo. Porque no importa cuantos cuidados se dispensen, al final unos y otras dejan cicatriz.
François de La Rochefoucauld
Dice que sólo duerme con extraños, que ellos así reservan para ella sus más limpios manteles y su mejor sonrisa.
Jenaro Talens
Mi grandeza no reside en no haber caído nunca, sino en haberme levantado siempre.
Marlene Dietrich
El verdadero tiempo no se puede medir por el reloj o el calendario.
Michael Ende
Mi familia y amigos se desviven por atenderme, me abastecen de la compañía que necesito. ¿Puedo quejarme yo de soledad?
Miguel Delibes
La muerte nivela a güenos y malos, don Inodoro. Lo malo es que nivela para bajo.
Roberto Fontanarrosa
Para poder enseñar a todos los hombres a decir la verdad, es preciso que aprendan a oírla.
Samuel Johnson
El hambre, la humillación y la sorda cólera ante la injusticia se hacen tolerables a través de las imágenes entrañables de las personas amadas, de la religión, de un tenaz sentido del humor, e incluso de un vislumbrar la belleza estimulante de la naturaleza: un árbol, una puesta de sol.
Viktor Frankl
¡Oh, Dios! Podría yo estar encerrado en una cáscara de nuez y todavía me consideraría rey del Universo, si no fuera por mis malos, ensueños.
William Shakespeare