En algunas regiones, los conflictos internos y regionales han desmantelado estados que ahora son incapaces de asegurar de manera eficaz la protección de sus ciudadanos. En otros lugares, la seguridad humana se ve amenazada por los gobiernos que se niegan a actuar a favor del interés común, persiguen a sus opositores y castigan a los miembros inocentes que pertenecen a grupos minoritarios.