Si me tienen que juzgar, que lo hagan conociendo todo lo que me rodea.
Kobe Bryant
El miedo lo vuelve a uno supersticioso.
Adolfo Bioy Casares
Si yo fuera Dios y tuviese el secreto, haría un ser exacto a ti.
Ángel González
Y amo y todo se parece a lo que amé una vez, triste, más triste que antes porque algo se fuga en la misma fuga de siempre.
Carmen Naranjo
¿Nunca has visto un corazón? Parece un puño mojado en sangre.
Clive Owen
¿Nunca fue la palabra un instrumento?
Enrique Lihn
Lo que a menudo nos impide abandonarnos a un vicio es que tenemos varios.
François de La Rochefoucauld
Tú haces el bien o el mal. Tú eres causa de un hecho, pero: ¿Eres tú tu causa?
Gonzalo Rojas
Puedes vivir de una de estas dos maneras: pensando que la gente es mala hasta que demuestra que es buena, o que es buena hasta que demuestra que es mala.
Guy Kawasaki
Aristóteles ha realizado un análisis del tiempo muy meticuloso, pero ha dejado sin responder la pregunta fundamental. En su Física sostiene que el tiempo se mide por el movimiento desde una perspectiva de un antes y un después. Pero lo que dejó sin responder es cuáles esa perspectiva, ¿La del alma humana o la de la naturaleza misma?
Ilya Prigogine
No me arrepiento de nada. No habría vivido mi vida como lo hice si me fuese preocupando por lo que la gente iba a decir.
Ingrid Bergman
Ramón Mendoza no es que dejara al Real Madrid hecho un solar...¡es que se llevó hasta el solar!
José María García
En la vida se triunfa de muchas maneras, no sólo ganando carreras. Ahora el deporte está pagado enormemente, la televisión ha hecho ese milagro. En mi época no interesaba el premio. Corríamos lo mismo: hubiera premio o no.
Juan Manuel Fangio
Son los medios los que controlan los límites de lo políticamente permisible, así que es mejor cambiar los medios.
Julian Assange
He cantado en tagalog para las Filipinas, en portugués para Brasil, he cantado en inglés, he cantado en francés...
Thalía
El señor Ramsay abrió los brazos al tropezar en el pasillo una mañana oscura, pero, como la señora Ramsay había muerto de forma inesperada la noche anterior, los brazos extendidos siguieron vacíos.
Virginia Woolf