En este primer amanecer de primavera incluso mi sombra está repleta de vigor.
Kobayashi Issa
La vejez conduce a una tranquilidad indiferente que asegura la paz interior y exterior.
Anatole France
Ya veía en la vanguardia una escapatoria fácil, una evasión de los problemas reales, la palabra teatro absurdo me irritaba. La vida no era absurda, sino difícil, muy difícil solamente. No había nada que no requiriera unos esfuerzos inmensos, desproporcionados.
Arthur Adamov
Vota a aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione.
Bernard M. Baruch
Soy un superhéroe disfrazado como un pardillo.
Billy Zane
Juicio no es el conocimiento de las leyes fundamentales; es saber cómo aplicar a ellos un conocimiento.
Charles Gou
No necesitamos nada especial para vivir: basta con ser lo más brillantemente uno mismo que sea posible. Eso es suficiente.
Elsa Punset
Muchos mueren demasiado tarde y algunos prematuramente. No entra aún en los oídos la doctrina del morir a tiempo.
Friedrich Nietzsche
Éstos son los términos exactos del problema. Una lucha entre un régimen antidemocrático, comunista y oriental y otro régimen antidemocrático, anticomunista y europeo, cuya fórmula exacta sólo la realidad española, infinitamente pujante, modelará
Gregorio Marañón
A la deriva en un blanco, océano de dudas.
Malcolm Lowry
En un club de fútbol, el entrenador es el más importante de la institución. ¿Por qué digo eso? Porque las autoridades de la institución moderan el poder que le otorgan al entrenador, y tienen ese error. Pero el que tramita lo más importante que tiene un club de fútbol, que es el desarrollo del equipo, es el entrenador.
Marcelo Bielsa
El hombre quema madera, carbón, uranio, el hombre cree que está creando más y más energía, pero está haciendo lo contrario. La energía no sirve para nada.
Masanobu Fukuoka
Los libros fueron mis maestros y mis consejeros.
Neil Richard Gaiman
El maestro ciruela, que no sabe leer y pone escuela.
Proverbio
No es preciso estar loco para caer en el antro. Basta sobrar.
Rafael Barrett
Los que sufren de apego a la belleza no tendrán un minuto de descanso porque la vida les jugó una mala pasada: envejecen segundo a segundo.
Walter Riso