La poesía, más que del lenguaje, proviene del silencio, y yo no soy más que la esquina por donde se asoma.
Ko Un
Me gusta quitarme el uniforme de vez en cuando, especialmente si tengo la oportunidad de actuar en una comedia.
Dale Dye
Y amarte a ti así más que verdaderamente, jamás ha habido un tonto tan grande que no acertara a sacudirse todo el cielo sobre su cabeza con una sonrisa.
E. E. Cummings
Es el mejor piloto actual. Cuando se lo ve en conjunto, valorando la velocidad, la inteligencia, la capacidad para asumir riesgos y la eficiencia para ganar puntos, es simplemente el mejor.
Fernando Alonso
Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.
George Santayana
La señal del genio, su única gloria, la obligación hereditaria de los espíritus geniales estriba en inventar formas nuevas fuera de lo convencional y acostumbrado.
Hippolyte Taine
La vanidad es un defecto. Pero el orgullo, en caso de personas de inteligencia superior, creo que es válido.
Jane Austen
Vic es preciosa, si no fuese por la inmigración que tenemos sería una ciudad mucho más agradable de lo que es ahora, pero tenemos desgracia que la inmensa mayoría de los inmigrantes son musulmanes.
Josep Anglada
Estamos condenados a improvisar.
Jostein Gaarder
Lo que necesitamos está ante nosotros y solo necesitamos tener valor y ser generosos para verlo.
Lily James
El que sabe nadar puede sacar perlas de las profundidades del mar; el que no, se ahogaría. Por eso únicamente deben correr el riesgo las personas que poseen la instrucción adecuada.
Maimónides
El honor es una isla escarpada y sin riberas: El que ha caido de ella, no puede volver a subir.
Nicolás Boileau
La conciencia tiene horror al vacío.
Paul Valéry
Enseñar no existe sin aprender y viceversa y fue aprendiendo socialmente como, históricamente, mujeres y hombres descubrieron que era posible enseñar. Fue así, aprendiendo socialmente, como en el transcurso de los tiempos mujeres y hombres percibieron que era posible -después, preciso- trabajar maneras, caminos, métodos de enseñar.
Paulo Freire
Hubiera preferido mil veces ser una de esas personas, como Richard, que hacían las cosas por las cosas mismas.
Virginia Woolf
Se apoyaron sus brazos sobre la mesa y la rubia cabeza se desplomó pesadamente sobre ellos. Una mirada más de eterna despedida y se cerró la puerta tras de mí. Había empezado a abrirse entre nosotros el inmenso abismo de la separación.
Wilkie Collins