Las mariposas abandonan la flor tras polinizarla, pero lo mismo que la vida influye en mi literatura, también mi literatura influye en mi vida.
Ko Un
¿Dices que nada se crea?, no te importe, con el barro de la tierra, haz una copa para que beba tu hermano.
Antonio Machado
El bien que hagamos al semejante debe ser espontáneo, nunca obligado; ni siquiera por las circunstancias.
Carlos Bernardo González Pecotche
Muchas veces somos demasiado exigentes con las promesas de los políticos. Estos personajes las utilizan para ofrecerse y venderse a los electores.
Fernando Savater
El Madrid es el club más valioso del mundo y lo único que necesitamos es seguir progresando desde la exigencia. Llegar a semifinales no me parece suficiente. Tenemos que trabajar para llegar a la final y ganar la Copa de Europa.
Florentino Pérez
En el mundo de la música tienes que armar escándalos, ser exótico, etc. Mientras más pides, parece que seas más importante y a mí eso me parece una tontería porque lo que haces es poner en problemas al empresario que te está contratando.
Fraco De Vita
La política es la ciencia y el arte del compromiso.
Franz Liszt
Hay que tomar a los amigos con sus defectos.
Jean-Jacques Rousseau
Los ratos de ocio son el tiempo apto para hacer algo provechoso.
Jonathan Swift
Porque el miedo, hábilmente administrado, es peor que la enfermedad. Ése es el problema, el miedo.
Juan Gérvas
En las Salas de Justicia la única justicia está en los pasillos.
Lenny Bruce
Si la Presidente dice mañana 'hay que salir a peinar pingüinos', De la Sota aparece con un peine y un gel.
Luis Juez
Hay que regocijarse de que las espinas estén recubiertas de rosas.
Macedonio Fernández
No hay que justificar ni satanizar. Hay que tomar conciencia de implementar un cambio. Hay que tener autocrítica para mejorar.
Marcelo Bielsa
En mis novelas exhibo virtudes y lacras sin paliativos ni exaltaciones, y sin otra intención que la de dar con mayor fidelidad posible una imagen fiel de nuestro pueblo y de lo que somos.
Mariano Azuela
Dos cosas me llenan de horror: el verdugo que hay en mí y el hacha que hay sobre mi cabeza.
Stig Dagerman