Tu maldad radica en que no puedes ser malo.
Kirsten Dunst
No soy de enamorarme, ya os lo he dicho, nunca lo he hecho. Creo poco en el amor y bastante en el sexo.
Albert Espinosa
La bici y el lince tienen totalitarios dictadores de la supremacía de su supervivencia sobre la vida de los hombres.
Antonio Burgos
Vaya que ha llegado el momento, en que el enemigo de nuestra fe nos amenaza por cualquier sitio... Confío a ustedes, en su valor, en esta espléndida y célebre ciudad, en nuestra patria.
Constantino XI
Nada aprovecha tanto al hombre como decir la verdad; no obstante, la sinceridad suele volverse contra quien la tiene.
Fedro
Cuando el hombre se pone a reír a carcajadas, supera a todos los animales en vulgaridad.
Friedrich Nietzsche
El espectáculo de lo que es bello, en cualquier forma que sea presentado, eleva la mente a nobles aspiraciones.
Gustavo Adolfo Bécquer
No hay garantía de que la alta tecnología y la riqueza nos vayan a traer la felicidad. Pero traen dos importantes cosas: seguridad creciente y mayor capacidad de elección.
Herman Kahn
Estoy harta de todo ese sin sentido de que la belleza está en el interior. Eso es muy adentro. ¿Qué es lo que quieres, un páncreas adorable?
Jean Kerr
George Bush no se preocupa por la gente negra.
Kanye West
Bueno de verdad, es solamente el que impide que se haga el mal en su alrededor.
Nicolae Iorga
Nuestro ideario no ha sufrido claudicaciones ni enmiendas, pues no somos de aquellos que por conseguir las veleidades del éxito momentáneo, reniegan de sus principios y mudan de piel con cada cambio de estación.
Óscar Únzaga
Muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica y otros no son creyentes, pero respetando las conciencias de cada uno os doy mi bendición, sabiendo que cada uno de nosotros somos hijos de Dios.
Papa Francisco
Una buena educación es el manantial y la raiz de una vida virtuosa.
Plutarco
Si alguien quiere ser programador, hay un solo camino: elegir software libre y aprender a programar. Es más fácil porque se puede leer su código.
Richard Stallman
Nadie que esté entusiasmado con su trabajo puede temer nada de la vida.
Samuel Goldwyn