Frase de Ken Follett

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El orgullo excesivo es un pecado corriente, pero que un hombre puede, con la misma facilidad, frustrar la voluntad de Dios por una exces... - Ken Follett

El orgullo excesivo es un pecado corriente, pero que un hombre puede, con la misma facilidad, frustrar la voluntad de Dios por una excesiva humildad.

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La única libertad que merece tal nombre es la de perseguir nuestro propio bien y a nuestro aire, siempre que no intentemos privar a los demás del suyo ni obstaculizar sus esfuerzos por obtenerlo.

Alain de Botton

Un hombre consecuente con su sistema de vida es ciertamente un espíritu estrecho.

El agua de mis besos, ungiéndote, dirá tu verdadero nombre.

Ernestina de Champourcín

Si alguien no confía en ti, demuestra lo que vales. Así cambiará de opinión.

El día que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío.

François Mauriac

Led Zeppelin era el tipo de banda con la que todo el mundo sueña. Para mí fue un honor inmenso ser parte de ello.

Todo lo que hice lo saqué. No tengo cajas de trabajo sin realizar. No hay nada en el archivo. No puedo guardar nada a no ser que no me guste el sonido o vea que no funciona. Si se lo puedo cantar a un ingeniero, se lo puedo cantar a cualquiera.

La vida es la guerra: peleando vivimos, peleando moriremos, y si fuera por nosotros, la tumba sería un campo de batalla.

Las propias piedras revelan la historia de su construcción: interrupciones e inicios, daños y reconstrucciones, ampliaciones en épocas de prosperidad, y homenajes en forma de vidriera a los hombres ricos que por lo general pagaban las facturas.

La de discontinuidad es una noción paradójica, ya que es a la vez instrumento y objeto de investigación.

Michel Foucault

La amistad nace con la luz y se afirma con el trato.

Con un solo propósito... sexo, por supuesto, pero también vida.

Conoce la intención del hombre, y tendrás conocimiento del hombre.

¿Quién ha tenido jamás valor para decirse la verdad? ¿Quién no se ha adulado a sí mismo cuando los demás le han alabado? Miramos con demasiada afición todo cuanto nos rodea y el favor que nos hacemos impide que nos juzgue¬mos con rectitud.

Lo mejor sería vivir con la mujer que uno ama en alguna isba (casa) perdida en lo más profundo del bosque. No es la guerra lo que alimenta a un hombre.

Vasili Grossman

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