Un bebé era como una revolución, pensó Grigori: era posible iniciarla, pero no controlar qué derrotero tomaba.
Ken Follett
Brindo porque al ascender la montaña de la prosperidad, no nos encontremos a ningún amigo que venga descendiendo.
Anónimo
Lucerito del alba me llaman en Andalucia, lucerito del alma que brinda alegría.
Antonia García de Videgain
La fama es como un río que lleva a la superficie los cuerpos ligeros e hinchados, y sumerge a los pesados y sólidos.
Francis Bacon
Mira que eres el que ha poco no fuiste y el que siendo eres poco y el que de aquí a poco no serás; verás como tu vanidad se castiga y se da por vencida.
Francisco de Quevedo
Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho.
¡Cuánta razón tienen al darse cuenta de que el estómago está antes que el alma, no en la escala de valores sino en el tiempo!
George Orwell
No vivo ni en el pasado ni en el futuro; estoy afirmado en el presente. No puedo saber qué es lo que ha de traer consigo el día de mañana; puedo tan sólo atenerme a lo que hoy es para mí una certeza.
Igor Stravinski
La democracia tiene que nacer de nuevo cada generación, y la educación es su comadrona.
John Dewey
Todo el tiempo que el hombre no hace algún hecho heroico, se llama, en esta significación, hijo de nada, aunque por sus antepasados tenga nombre de hijodalgo.
Juan Huarte de San Juan
Querida Iris: Con este dinero tendrás suficiente para tu viaje. Cuando leas esto yo habré muerto. Travis.
Robert De Niro
Una cosa es que todos le debamos mucha y otra jugarnos la vida.
Santiago Segura
La humanidad ha estado peleando contra plagas desde el inicio. Nos patean el trasero por un tiempo. Luego, atacamos de vuelta.
Scott Wilson
Sólo el tiempo muestra al hombre justo, mientras que podrías conocer al perverso en un solo día.
Sófocles
Yo admiro al hombre que puede sonreír ante los problemas, que puede sacar fuerza de la desgracia, y que en la reflexión crece en valentía. Es característico de las mentes pequeñas encogerse, pero aquél que es firme en su corazón, y cuya conciencia aprueba su conducta, persevera en sus principios hasta la muerte.
Thomas Paine
Considera el hombre como un caso desgraciado el verse cercenado en medio de sus proyectos; cuando la verdadera desgracia (debía creerlo así) fue el haberlos formado.
Walter Savage Landor