¿Es un cóctel? -preguntó Rosa. - Un licor fuerte camuflado para que parezca más respetable. Te lo prometo, están a la última.
Ken Follett
Todo lo que razonablemente podemos exigir de nuestro prójimo, es que no nos haga daño inútilmente.
Adolphe d'Houdetot
No se puede ser artista si no se ha perdido algo, los poemas de amor satisfecho aparecen como una compadrada de mercaderes afortunados.
Alejandro Dolina
Porque mi alma es toda fantástica, viajera, y la envuelve una nube de locura ligera cuando la luna nueva sube al cielo azulino.
Alfonsina Storni
En el principio de todas las cosas grandes hay una mujer.
Alphonse de Lamartine
Siempre termino hablando de esos fantasmas...
César Fernández García
El hombre superior no discute ni se pelea con nadie. Sólo discute cuando es preciso aclarar alguna cosa, pero aún entonces cede el primer lugar a su antagonista vencido y sube con él a la sala; terminada la discusión, bebe con su contrincante en señal de paz. Estas son las únicas discusiones del hombre superior.
Confucio
Mal que les pese a quienes dicen que el socialismo es una idea foránea, nuestra raíz más honda viene de la comunidad, la propiedad comunitaria, el trabajo comunitario, la vida compartida, y tiene a la solidaridad por centro.
Eduardo Galeano
En los festines acuérdate que tienes dos invitados: el cuerpo y el alma. Lo que des al cuerpo lo perderás; lo que des al alma lo conservarás eternamente.
Epicteto
Triunfar es... ¡Sentirte auténticamente humano!
Héctor Tassinari
Uno se es fiel a sí mismo y se basta.
Jean Anouilh
Cada hetero debería probar la lengua de otro hetero en su boca al menos una vez.
Madonna
Toda aflicción que llega acaba por irse. Así sucede con las glorias y las tragedias del mundo.
Paulo Coelho
El ser humano tiene dos grandes problemas: el primero es saber cuándo comenzar, el segundo es saber cuándo parar.
En nuestro tiempo, entre comunistas y fascistas, hay una gran sinpatía por los burócratas y un fondo de animosidad contra los que no lo son.
Pío Baroja
Toda actitud intelectual es potencialmente política.
Thomas Mann