Arranqué las malas hierbas, mas guardé las flores.
Kelly Clarkson
La Iglesia puede pecar de exhibicionismo, de ligereza, como cuando está obsesionada por el problema de capturar el consentimiento de la juventud.
Alberto Sordi
La única forma de combatir la congestión es disminuir la carga.
Andrew S. Tanenbaum
Yo diría que quien ha merecido la dicha puede soportar la desgracia, y que toda emoción santifica.
Ángeles Mastretta
Más vale mío que nuestro.
Anónimo
Un idealista auténtico nunca olvida la realidad de la vida cotidiana.
En el beso, la amenaza terrestre se infiltra con sus hondos aromas, entre la lengua y los labios, entre el gozo y la dicha.
Fernando Arrabal
Lo que en las circunstancias graves más suele faltar a los hombres no es ni el talento ni el sentido común, sino el carácter y la voluntad; más daño suele venir de la debilidad y de la nimia desconfianza de sí mismo, que de la arrogancia y de la impetuosidad desenfrenada.
Filippo Pananti
Dios no ha muerto, sencillamente se mantiene al margen.
George Bernard Shaw
Encuentras mis palabras oscuras. La oscuridad está en nuestras almas ¿No crees?
James Joyce
Y no sé si tenemos que cruzar algún otro río; ahora bien, en cuanto al Éufrates, sabemos que es imposible cruzarlo si los enemigos lo impiden. Y es cierto que, si hay que combatir, no tenemos jinetes aliados; en cambio, la mayoría de los enemigos son jinetes y de muchísima valía; de manera que, aun venciendo, ¿A quién podríamos matar? Y si nos vencen, a nadie le será posible salvarse.
Jenofonte
Yo no busco una respuesta, yo busco una solución.
Jodie Foster
Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas que hay que ir a ver porque ellas no se molestan.
Julio Cortázar
Se puede oprimir, obligar, sobornar, quebrantar o destrozar, pero solo durante un tiempo.
Mijaíl Gorbachov
Un hombre pobre no es el que no tiene un céntimo, sino el que no tiene un sueño.
Raimon Samsó
El matrimonio puede ser a menudo un lago tempestuoso, pero el celibato es siempre un fangoso abrevadero.
Thomas Love Peacock