La felicidad es cosa de una misma. Hay que decirse: te quiero. Decirse: eres una mujer estupenda. Añadir: eres capaz de hacerlo. ¿El qué? Lo que tú quieras. ¿Y lo conseguiré? Claro. No hagas caso a los demás. Eso es lo que hay que decirse para ser feliz.