El paso del tiempo deja huellas ineludibles. La fantástica, invencible sensación de la juventud se evapora y llega la carga de la responsabilidad.
Kate Morton
Porque la repugnancia a aceptar ideas preconcebidas y convertir la opinión de uno mismo en tesis antes que en hipótesis de trabajo es precisamente lo que constituye la marca de calidad de un científico genuino y lo que constituye la naturaleza ética esencial de la actividad científica.
Aldous Huxley
El sol de los vivos ya no calienta a los muertos.
Alphonse de Lamartine
Tu forma de hablar -dije- Es sin duda un trabajo hecho a mano por la sabiduría, porque no he entendido ni una palabra.
Brian O'Nolan
Que su emoción sea suave.
Erik Satie
Lo que hace que la mayoría de las mujeres sean tan poco sensibles a la amistad es que la encuentran insípida una vez que han probado el gusto del amor.
François de La Rochefoucauld
Lo último corrompido ¿no es el principio de lo engendrado?
Giordano Bruno
¿Qué hay en un nombre? Eso es lo que nos preguntamos en la niñez cuando escribimos el nombre que nos han dicho es el nuestro.
James Joyce
El maltrato psicológico es el que destroza completamente a las personas. O el acoso, el sentirse vigilado, el sentirse no querido. Es también muy doloroso un silencio, una mirada fría, una mirada despectiva.
María José Rodríguez de Armenta
Debe ser hermoso, no se entiende nada.
Molière
Prefiero la ignorancia a un saber afectado.
Nicolás Boileau
Para el hombre, como para el pájaro, el mundo tiene muchos sitios donde posarse, pero nidos solamente uno.
Oliver Wendell Holmes
Rodea a un niño de mentiras y se aferrará a ellas como a un oso de peluche, como a la mano de su madre. Y cuanto peor y más tenebrosa sea la mentira, más tendrá él que retraerse a su mundo interior para soportarla.
Orson Scott Card
¿Alguien ha visto a un crítico de día? Por supuesto que no. Salen después de que oscurece, y no para bien.
Pelham Grenville Wodehouse
¡El ocio! He ahí la más grande y bella conquista del hombre.
Remy de Gourmont
Es propio de un alma grande despreciar las cosas grandes y preferir lo moderado a lo excesivo.
Séneca