Lo primero que tenéis que tener claro es que no he nacido para ser un segundón. Lo segundo: tengo una misión en este mundo, beber y rezar, tratar de flotar si veo que me hundo.
Kase.O
Es preciso dar a la educación dos metas de igual importancia: por un lado, la formación de la razón y la capacidad de acción racional; por el otro, el desarrollo de la creatividad personal y del reconocimiento del otro como sujeto.
Alain Touraine
Cada hombre es una historia que no se parece a ninguna otra.
Alexis Carrel
Cuanto más engorda uno, más prudente se vuelve. Prudencia y barriga son dos cosas que crecen simúltaneamente.
Charles Dickens
Recordemos que ninguna técnica de comunicación, del teléfono a Internet, aporta por sí misma la comprensión. La comprensión no puede digitarse.
Edgar Morin
El incrédulo es como el equilibrista que ejecuta ejercicios increíbles en la cuerda, y salta y baila suspendido en el vacío; los espectadores se quedan estupefactos y sobrecogidos, pero no hay uno solo que sienta ganas de imitarlo.
Ferdinando Galiani
La vida no es noble, ni buena, ni sagrada, y no hallo nada que respetar ni venerar en el cielo ni en la tierra... pero gracias a este hijo tenido y perdido habrá ya siempre para mí, en lo más puro de la luz, un ser sagrado, una criatura de oro.
Francisco Umbral
El dinero es un estiércol estupendo como abono, lo malo es que muchos lo toman por la cosecha.
Joseph Joubert
El prestigio es el máximo dirigente del mundo. Dirige todos los gobiernos.
Jules Romains
El poder está al alcance de todo el que sea lo bastante osado como para buscarlo.
Laura Gallego García
Ser libre o morir.
Maria Montessori
¡Placeres crueles! ¡Cuántas lágrimas me habéis costado y cuántos remordimientos han de desgarrar todavía mi alma hasta el postrer instante de mi vida!
Marqués de Sade
La importancia del matrimonio no se deriva de que los adultos produzcan niños, si no de que los niños produzcan adultos.
Peter de Vries
Prefieren la guerra al descanso, y si no tienen enemigo exterior lo buscan en casa.
Pompeyo Trogo
La apetencia constante y firme de la virtud, sin reparar en los peligros o ventajas existentes, es la suprema excelencia a que la Humanidad puede llegar.
Samuel Johnson
Uh, ¿qué uh? ¡Pasó como a 15 metros, garoto!
Walter Nelson