En la ciencia no hay un amplio camino real y sólo puede alcanzar sus alturas radiantes aquel que, sin temor al cansancio, trepa por sus pedregosos senderos.
Karl Marx
De la tierra en que yo muera, surgirá cómo una espiga, roja y negra, de la pólvora y la sangre, mi bandera.
Agustín Agualongo
Lo que me hizo convertir en Gran Maestro fue, primero, la búsqueda de la verdad y segundo, la necesidad de luchar.
Alexander Alekhine
Cualquier cambio de cualquier tipo era algo malo. La eficiencia era simplemente pereza para ellos. Esa es la forma de pensar de los campesinos.
Alice Munro
Yo simplifiqué mi idea de la política: detesto toda clase de gobierno.
Andrés Calamaro
El músico es quizás el más modesto de los animales, pero también el más orgulloso, pues es el que inventó el sublime arte de arruinar la poesía.
Erik Satie
Jamás resuene en nuestros oídos la terrible palabra enemistad.
Jerónimo Usera
Para que los pueblos sean felices y dichosos, no basta que el interés material ponga en contacto a los unos con los otros; es necesario además que la benevolencia y el verdadero afecto estreche sus corazones.
El único producto mediterráneo realmente uniformador, y quizá algún día unificador, es la presencia de la berenjena en todas las culturas culinarias, de Siria a Murcia, de Viareggio a Túnez.
Manuel Vázquez Montalbán
Nunca me he puesto a pensar lo que pienso durante un partido.
Marcelo Ríos
Hay dos clases de virtudes: las que hacen ganar el cielo y las que hacen ganar la tierra.
Noel Clarasó
Hay suspiros que terminan siendo canciones y hay canciones que terminan siendo suspiros.
Roque Valero
El amor es como la fiebre: nace y se extingue sin que la voluntad tome en ello la menor parte.
Stendhal
Yo he pretendido amar todo, y por ello soy desgraciado, porque he multiplicado las causas de mis tormentos. Innumerables lazos, débiles y dolorosos, enlazan por todo el mundo mi alma con las cosas.
Sully Prudhomme
Estos cuatro elementos son los gérmenes naturales de la religión: la creencia de que los espíritus existen, el desconocimiento de causas secundarias, la veneración a todo aquello que produce miedo y la predicción de lo que sucederá en el futuro a partir de situaciones accidentales.
Thomas Hobbes
Si pudiera exaltar tus bellos ojos y en frescos versos detallar sus gracias, diría el porvenir: Miente el poeta, rasgos divinos son, no terrenales.
William Shakespeare