El mundo exterior es el fastidioso fenómeno concomitante de una situación incómoda.
Karl Kraus
Una mala a actitud es como un neumático bajo. No llegarás a ningún lado hasta que la cambies.
Anónimo
Siempre hay que estar en condiciones de escoger entre dos alternativas.
Charles Maurice de Talleyrand
¡Extraño contraste el de las cosas! Para los que habitan el oasis es este un presidio; para los que lo divisan de lejos o lo ven sólo con la imaginación, es un paraíso.
Élisée Reclus
La esperanza es esa cosa con plumas que se posa en el alma y canta la melodía sin palabras, que nunca cesa.
Emily Dickinson
Mi existencia, reducida al momento presente, flota en el océano de las cosas creadas como uno de esos átomos luminosos que nadan en el rayo del sol.
Gustavo Adolfo Bécquer
Soy una persona muy positiva. Mi abuela me enseñó que la felicidad es a la vez una habilidad y una decisión.
Helen McCrory
La mentira más antigua de EEUU, Senadora. Los demonios no vienen del infierno. Vienen del cielo.
Jesse Eisenberg
Al que la virtud no levanta, en su estado le consuela y no derriba al levantado, como suele derribar el vicio a los que por él han subido.
Joaquín Setantí
Dejen a los muertos en paz, si los que están adentro no pueden salir y los que estamos afuera no queremos entrar.
María Félix
La muerte no es más que una puerta vieja colocada en la tapia de un jardín.
Nancy Byrd Turner
Y qué fácil es ser amable. El efecto es inmediato y serás recordado por siempre. Y la recompensa es abundante, pues no existe deuda más honesta que la deuda del Amor. El Amor nunca falla.
Paulo Coelho
Llevo tiempo buscándote, en mi alma y mi piel, llevo tiempo soñándote, no te quiero perder.
Rosana
Creo que es muy importante asentar nuestra convivencia en una memoria viva y no en un olvido ficticio. Creo que no es posible olvidar; es posible no limitarse a la memoria de lo trágico y tomar otros gestos y otros posicionamientos.
Santiago Kovadloff
No basta examinar; hay que contemplar: impregnemos de emoción y simpatía las cosas observadas; hagámoslas nuestras, tanto por el corazón como por la inteligencia.
Santiago Ramón y Cajal
La avaricia es como la llama, la violencia de la cual aumenta en proporción al incendio que produce.
Séneca