En literatura no hay temas buenos ni temas malos, hay tan sólo temas bien o mal tratados.
Julio Cortázar
No existe en el mundo occidental ninguna ceremonia capaz de conmover y elevar con semejante fuerza al ser humano. A lo largo de mi vida he gozado de las mejores expresiones del arte, en música, danza, ópera y teatro, pero nada es comparable al ritual taurino.
Albert Boadella
El pintor de retratos es como el escribano, obligados a copiar lo que otros escriben, sin ser capaces de corregir cuando se equivocan.
Alessandro Manzoni
El que bien bebe bien duerme, y quien bien duerme piensa bien; quien piensa bien, bien trabaja, y quien trabaja bien, debe beber bien.
Anónimo
Señora, el que es fino amante habla castellano viejo; el atento y el pulido que éste pretende, creerás, ser escuchado no más, mas no quiere ser querido.
Fernando de Rojas
Sed prudentes al juzgar.
Juan Bosco
La moda es del gusto de las mujeres, porque la novedad lleva siempre un reflejo de juventud.
Madeleine de Scudéry
Aprende a amarte a ti mismo y podrás amar.
Miguel Ángel Cornejo
Hay en el perfume una fuerza de persuasión más fuerte que las palabras, el destello de las miradas, los sentimientos y la voluntad. La fuerza de persuasión del perfume no se puede contrarrestar, nos invade como el aire invade nuestros pulmones, nos llena, nos satura, no existe ningún remedio contra ella.
Patrick Süskind
No hablas de pinturas, te ves en ellas.
Pierre-Auguste Renoir
Lo que ocurre realmente es trivial al lado de lo que pudiera ocurrir.
Robert Musil
¡El pensamiento! Lo único que peca y lo único que nos salva si anida en el corazón.
Samuel Ros
Se callan, es bastante alabanza.
Terencio
Clasificar a los pensamientos, sentimientos y comportamientos como enfermedades es un error lógico y semántico.
Thomas Szasz
Ya que la filosofía surge del asombro, un filósofo está obligado a, en su camino, ser un amante de mitos y fábulas poéticas. Poetas y filósofos son equiparables en asombro.
Tomás de Aquino
Un hombre ingenioso y de buen juicio decía un día de un grave doctor: Este tal no puede dejar de ser un solemne ignorante, pues contesta a todo cuanto se le pregunta.
Voltaire