En literatura no hay buenos ni malos temas, hay solamente un buen o mal tratamiento del tema.
Julio Cortázar
Hay que pedir solidaridad a los millonarios. Aquí no se han ofrecido ninguno a pagar más impuestos.
Alfredo Pérez Rubalcaba
Ante tales pintoresquismos, no hay que extrañarse de que los hispanistas naveguen desorientados. España no es que sea diferente; es que es inverosímil.
Amando de Miguel
Ordinariamente nos convencen más aquellas razones que nosotros mismos encontramos, que las que proceden de otros.
Blaise Pascal
Es más hermoso saber algo de todo que saber todo de una cosa; esta universalidad es más bella. Si se pudiera tener las dos, mucho mejor; pero es preciso elegir.
Dos extremos: excluir la razón y no admitir más que la razón.
Yo nunca me he acostado con un señor. Nunca. Fíjate qué pureza, yo no tengo de qué avergonzarme... Mis dioses me hicieron así.
Chavela Vargas
Los beneficios deben escribirse en bronce, y las injurias en el aire.
Galileo Galilei
¿Quién en el arco iris puede trazar la línea donde termina el violeta y comienza el anaranjado? Vemos claramente la diferencia de colores, pero ¿Dónde, exactamente, se confunde el primero con el segundo? Lo mismo sucede con la salud mental y la locura.
Herman Melville
Así que ahora somos oficialmente traficantes internacionales de drogas, lo podéis poner en el curriculum.
Jason Sudeikis
No os olvidéis, en vuestra puta vida, de que soy el perro verde.
Kutxi Romero
Todos los elementos, cuando están fuera de su sitio natural, desean volver a él, principalmente el fuego, el agua y la tierra.
Leonardo da Vinci
¿Cómo osa preguntarme por una solución? Es como preguntarle a Séneca por una solución. ¿Recuerda lo que él hizo? ¡Se suicidó!
Oriana Fallaci
La experiencia es una cantera riquísima de la que muchos hombres extraen tesoros de vida.
Sándor Petöfi
Nunca entenderé lo que quieren las mujeres. ¿Qué desean? Comen ensalada y beben sangre humana.
Saul Bellow
La lengua vasca es una de las lenguas de más perfecta formación, sorprendente por su vigor, la estructura de sus palabras, la brevedad y la osadía de la expresión.
Wilhelm von Humboldt