Y los gestos del amor, ese dulce museo, esa galería de figuras de humo.
Julio Cortázar
La ley que afirma que la entropía siempre aumenta, ocupa según pienso, la posición suprema entre las leyes de la Naturaleza.
Arthur Stanley Eddington
La pasión para el hombre es un torrente; para la mujer, un abismo.
Concepción Arenal
Amar y reconocer al mismo tiempo los defectos de la persona amada; odiar y saber estimar las buenas cualidades de aquellos a quienes se odia, son dos cosas bastante raras de hallar bajo la capa del cielo.
Confucio
Digo que cualquiera que tiemble en este momento es culpable; pues la inocencia nunca teme la vigilancia pública.
Fred Vargas
Yo no creo en las cosas, creo solamente en las relaciones que existen entre ellas.
Georges Braque
La vida es nueva cada día.
Gregorio Marañón
No existe ningún autorretrato mío. No me interesa mi propia personalidad como objeto de un cuadro, sino más bien me interesan otras personas, en especial mujeres, otras apariencias... estoy convencido de que como persona no soy especialmente interesante.
Gustav Klimt
Las emociones se viven, se sienten, se reconocen, pero sólo una parte de ellas se puede expresar en palabras o conceptos.
Laura Esquivel
¡Doctor, cierre las puertas a la Muerte! La música volverá a ayudarme en ésta hora de necesidad.
Ludwig van Beethoven
Sin un poco de fanatismo no se hacen milagros en filosofía ni en otra ninguna ciencia humana.
Marcelino Menéndez Pelayo
Cuando se ama de verdad -decían nuestros antiguos trovadores-, se oiga lo que se oiga, se vea lo que se vea en contra de la amada, no se debe dar crédito ni a los oídos ni a los ojos; hay que escuchar únicamente al corazón.
Marqués de Sade
La elegancia es cuestión de esqueleto.
Pitigrilli
El ayer pasó y el mañana es todavía incierto.
Tagami Kikusha
La publicidad es hoy un principio negativo, un dispositivo de bloqueo: todo lo que no lleva su sello es económicamente sospechoso. La publicidad universal no es en absoluto necesaria para hacer conocer a la gente los productos, a los que la oferta se halla ya de por sí limitada. Sólo indirectamente sirve a la venta.
Theodor Adorno
El primero que alaba convenientemente un buen libro, alcanza, después de su autor, el segundo lugar en el mérito de la obra.
Walter Savage Landor