Así es como los que nos iluminan son los ciegos.
Julio Cortázar
No me debes nada por darte el amor que te doy, no me debes nada por importarme de la forma en que me has importado. Te doy gracias por recibir, el privilegio es mío. Y tú no me debes nada a cambio.
Alanis Morissette
Como dijo aquel genio esta vida es un sueño ¡y soñaré!
Amaia Montero
Las mujeres son víctimas especialmente perniciosas porque son víctimas, ante todo, de sí mismas, a otras mujeres.
Amélie Nothomb
No hay disposición de ánimo a la que no pueda el hombre aplicar la medicina oportuna con sólo alcanzar de sus estanterías un libro.
Arthur James Balfour
Ellos nunca han ganado una guerra. La Segunda Guerra Mundial la ganaron los rusos; la de Corea la ganaron los rusos; en Vietnam ganó Rusia; en Nicaragua ganó Rusia. ¿Y en Irán quién ganó? Good bye.
Augusto Pinochet
El gran consuelo del hombre, frente a los males incurables de la sociedad, es imaginar una ciudadideal de donde se suprimen todas las miserias y donde se acumulan todas las perfecciones.
Ernest Renan
La perfección ha de llegar cuando jugamos nuestros juegos. Es muy importante porque si pensamos que no necesitamos esta perfección, no nos tomaríamos nuestros juegos en serio y entonces todo sería en vano.
Ingmar Bergman
La juventud, embriagada por las propias esperanzas, cree estar ya en posesión de aquello mismo que pretende; todo el producto de su imaginación se le antoja realidad.
Jacques-Bénigne Bossuet
Siempre se ha visto ¡ay! que los humildes han sufrido las consecuencias de las necedades de los grandes.
Jean de La Fontaine
La verdadera enseñanza no es aquella que infunde nociones bien definidas, sino la que capacita para que cada uno se forme por si mismo buenas nociones.
Joseph-Marie Degérando
Programa, programa, programa.
Julio Anguita
Dios no fabrica el dolor, lo que hace es utilizarlo.
Max Lucado
El arte es sintaxis sin semántica. Nada quiere comunicar. De otro modo seria un informe. Está más cerca del símbolo que de la enunciación. Se consagra a la redundancia.
Otl Aicher
Son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente, pero sólo quince para sonreír.
Swami Sivananda
No puedes actuar en una manera inconsistente con la forma en que te ves a ti mismo.
Zig Ziglar