Antes de casarme veÃa difÃcil permanecer fiel a una persona. Ahora creo en el calor de un hogar, en la relación oficial. Cuando se está enamorada, la fidelidad es fácil.
Julia Roberts
Morir, palabra dormida, ¡Como te siento latir!
Dámaso Alonso
Un vestido carece totalmente de sentido, salvo el de inspirar a los hombres el deseo de quitártelo.
Françoise Sagan
Un ser privado de la función de lo irreal es un neurótico igual que el ser privado de la función de lo real.
Gaston Bachelard
El acto creativo es como una droga. La obsesión particular cambia, pero la excitación, la emoción y la vibración de la creación perdura.
Henry Moore
Dios castiga en los hijos las culpas de los padres, porque sabe que no hay mayor dolor para los padres que el dolor de los hijos.
Jacinto Benavente
Nos escondemos en la frÃa indiferencia al sufrimiento innecesario de otros, incluso cuando lo causamos.
James Carroll
¿No es la descortesÃa con todos los demás, la esencia misma del amor?
Jane Austen
Todos los escritores que conozco tienen problemas para escribir.
Joseph Heller
Todos probablemente piensan que soy una ninfómana perdida, que tengo un insaciable apetito sexual, cuando la verdad prefiero leer un libro.
Madonna
No busques en nidos de antaño, pájaros volando.
Miguel de Cervantes
Nadie está a salvo de las derrotas. Pero es mejor perder algunos combates en la lucha por nuestros sueños, que ser derrotado sin saber siquiera por qué se está luchando.
Paulo Coelho
Tiemblos de farolillos de verbena y músicas de los quioscos y encendidos árboles remontaban y súbitos diluvios de cometas veloces que vertÃan en sus ojos fugaces resplandores. Fue la más bella edad del corazón.
Rafael Alberti
Dios mediante, harÃa como las gentiles marquesas de mi tiempo que ahora se confiesan todos los viernes, después de haber pecado todos los dÃas.
Ramón MarÃa del Valle-Inclán
Cuando me siento observado por el objetivo, todo cambia: me constituyo en el acto de posar, me fabrico instantáneamente otro cuerpo, me transformo por adelantado en imagen.
Roland Barthes
Si tienes lágrimas no dejes de verterlas.
William Shakespeare