pocas veces los hijos somos capaces de decirles a nuestros padres cuánto les queremos, y es que ni nosotros mismos lo sabemos. Sólo cuando quedamos huérfanos nos damos cuenta de ese amor que guardábamos.
Julia Navarro
Si pretendes y te esfuerzas en agradar a todos, acabarás por no agradar a nadie.
Arturo Graf
No menos que el saber me place el dudar.
Dante Alighieri
Las religiones me enseñaron la senda de la felicidad, a costa mía. Pero la ilusión de estar aquí es más estimulante que la serenidad de no estar en ninguna parte, de estar en los cielos.
Emil Cioran
Un asesinato es un caso vulgar, un hecho más o menos vivo de bestialidad, de ferocidad.
Enrique López Albújar
Un poeta que fumaba opio y se olvidaba de comer.
Ernest Hemingway
Si después de yo morir quisieran escribir mi biografía, no hay nada más sencillo. Tiene sólo dos fechas -la de mi nacimiento y la de mi muerte. Entre una y otra todos los días son míos.
Fernando Pessoa
Los edificios, como las personas, deben ser en primer lugar sinceros, deben ser auténticos, y además tan atractivos y bonitos como sea posible.
Frank Lloyd Wright
¡Ay, dichoso el mortal, de cuyos ojos un pronto desengaño corrió el velo de la ciega ilusión!
Gaspar Melchor de Jovellanos
Allí donde encorvaba la retorcida cola y extendía sus pinzas el escorpión ya no aparece el fraude, el aplauso injusto, el amor fingido, el engaño, la traición, sino las virtudes contrarias, hijas de la simplicidad, sinceridad, verdad y que se mueven por los campos de las madres.
Giordano Bruno
Lo que somos capaces de imaginar es siempre peor que aquello que la realidad sitúa ante nosotros.
John Verdon
La doctrina vincula los individuos a ciertos tipos de enunciación y como consecuencia les prohíbe cualquier otro; pero se sirve, en reciprocidad, de ciertos tipos de enunciación para vincular a los individuos entre ellos, y diferenciarlos por ello mismo de los otros restantes.
Michel Foucault
La educación de una persona comienza dieciocho años antes de su nacimiento.
Napoleón Bonaparte
Cuando estés fuera de casa, no vuelvas nunca la vista atrás, pues las erinias siguen tus pasos.
Pitágoras
Dulce y ardiente, cálido como tu pensamiento, cubriendo con su sombra tu flanco juvenil e inclinado como tus cejas.
Rainer Maria Rilke
El lenguaje es un virus.
William Burroughs