Te estoy diciendo que los hombres como tú sólo traéis desgracias. En cuanto a lo que me preguntas, te responderé que a mí me enseñaron a no juzgar a los hombres por dónde han nacido ni por el Dios al que rezan ni por lo que saben. Les juzgo por lo que llevan en el corazón, y no me gusta lo que hay en el tuyo.