La pereza no es más que el hábito de descansar antes de estar cansado.
Jules Renard
Pasó el delirio de la edad primera, y ya temo el placer, y cauto pido, no la felicidad, sino el reposo.
Alberto Lista
Tú tienes, para mí, todo lo bello que cielo, tierra y corazón abarcan.
Almafuerte
Si las cosas cambiaran bastante más deprisa, nunca habría revolución. Un conservador inteligente es siempre un reformador.
André Malraux
El ser humano está dotado de libre albedrío, y puede elegir entre el bien y el mal. Si sólo puede actuar bien o sólo puede actuar mal, no será más que una naranja mecánica.
Anthony Burgess
Kant ha utilizado el término Dialéctica en un sentido menos favorable de la palabra, algo parecido a arte de disputar con sofismas.
Arthur Schopenhauer
La Luna es suficiente para disipar la oscuridad de la noche, lo que ni siquiera millones de estrellas pueden hacer.
Bhaktivedanta Swami Prabhupada
Nadie se ha perdido aún en un camino recto.
Goethe
Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino.
Julio Cortázar
Independientemente de creencias religiosas, Jesús fue y sigue siendo el líder más influyente de la historia humana.
Lucas Leys
Tengo balas en el alma y en carne viva tu amor; ya sabes que me haces falta, tenés que venir, vení por mí, vení por mí.
Miguel Mateos
Realmente ha sido mi año.
Natasha Bedingfield
Esto prometo: ejercer mi medicina y no apartarme de ella mientras Dios me consienta ejercerla, y refutar todas las falsas medicinas y doctrinas. Después, amar a los enfermos, a cada uno de ellos más que si de mi propio cuerpo se tratara. No cerrar los ojos, y orientarme por ellos, ni dar medicamentos sin comprenderlo ni aceptar dinero sin ganarlo.
Paracelso
Un hermoso cuerpo promete un alma bella.
Sócrates
El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son.
Tito Livio
Por primera vez en la historia de la medicina, la plaga emocional, construida y mantenida sobre el temor a las sensaciones orgánicas, ha encontrado su oponente médico. Ésta es nuestra gran obligación: capacitar al animal humano para que acepte la naturaleza que existe dentro de él, para que deje de escapar de ella y goce lo que ahora tanto teme.
Wilhelm Reich