Los sentimientos de mi pequeñez y mi nada me mantuvieron siempre en buena compañía.
Juan XXIII
¡Cuantas injusticias cometemos, para ser justos una vez!
Elias Canetti
Podemos estar seguros de que la mayor esperanza para mantener el equilibro ante cualquier situación recae en nosotros mismos.
Francis J. Braceland
Podemos perdonar a los árabes por matar a nuestros hijos. Pero nunca les vamos a perdonar el hacernos matar a los suyos.
Golda Meir
Un idealista es alguien que no encontrará dificultad alguna a la hora de dibujar una circunferencia cuyo radio sea infinito.
Jesús G. Maestro
El confortable estado de viudez es la única esperanza que mantiene el espíritu de una esposa.
John Gay
Nuestra querida enfermera jefe es de las pocas con la fuerza de espíritu suficiente para defender tan grande y antigua tradición faulkneriana en el campo del tratamiento de los desechos de la cordura: la Cauterización del Cerebro.
Ken Kesey
No ha legislado sólo para el hombre, sino para el español, es decir, para un hombre cargado y formado por la historia.
Manuel Azaña
Se deben poner escuelas gratuitas para la niñas, donde se les enseñará la doctrina cristiana, a leer, a escribir, coser, bordar, y principalmente inspirarles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad, tan perjudicial o más en las mujeres que en los hombres.
Manuel Belgrano
El otro día, casualmente, una religiosa vasca que misiona en el Congo, me hizo un comentario que me pareció absolutamente aplicable a esta situación: que es una de las facultades más difíciles que tienen los seres humanos, pero que cuando la consiguen los pone en un estadío superior del comportamiento. Al recibir dolor, al recibir decepciones, recibir ofensas o adversidades, y en vez de actuar en consecuencia, y actuar defensivamente, y rechazar y expresar el disgusto, conservarlas dentro de uno mismo y neutralizarlas. Una persona que misiona en medio de un país en guerra, tiene esa facultad, o sea, todo lo que sea mal, dolor, entra en mí y no sale de mí
Marcelo Bielsa
Si aceptas las expectativas de los demás, especialmente las negativas, entonces nunca cambiaras el resultado.
Michael Jordan
El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
Miguel de Cervantes
Yo no tenía ninguna esperanza, y sin embargo vivía de esperanzas; desde que ella había desaparecido, no me quedaba otra cosa. No sabía qué descubrimientos, qué burlas, qué torturas me aguardaban aún. No sabía nada, y me empecinaba en creer que el tiempo de los milagros crueles aún no había terminado.
Stanisław Lem
Quisiera que todos los cursos de literatura yaciesen en el fondo del océano.
Stendhal
Los príncipes gobiernan todas las cosas, salvo el viento.
Victor Hugo
El que agradece lo que recibe, da a luz una abundante cosecha.
William Blake